¿Es posible negarse a realizar la prueba de alcoholemia?

Seguramente que te has hecho esta pregunta en numerosas ocasiones. Y es que es probable que siempre mantengas cierta tensión por si te encuentras con un control policial, que controla la tasa de alcohol de los conductores. También puede darse el caso de que hayas pasado por un control y no quieras volver a pasar por esa situación. Por ello, hoy te contaremos si es posible negarse a realizar la prueba de alcoholemia.

En INEAF, queremos explicar qué ocurrirá si te niegas a hacer la prueba de alcoholemia en un control policial, además de trasladarte una serie de consejos sobre cómo actuar en situaciones así. Como ciudadanos, tenemos una serie de derechos, pero también obligaciones. Conoce bien ambas partes para saber qué debes hacer en cada momento y qué es lo que más te conviene.

¿Estás preparado? ¡Comenzamos!

¿Qué dice la ley sobre negarse a realizar la prueba de alcoholemia?

No puedes negarte a hacer un control de alcoholemia. Y si existe posibilidad, olvídate de ella. Negarse a someterse a esta prueba supone un delito de desobediencia, recogido en el artículo 383 del Código Penal. ¿Y que pasa si incumplo esta ley? Que recibirás un castigo de, como máximo, un año de pena de prisión y una privación del derecho a conducir de entre uno a cuatro años.

Como vemos, las consecuencias de negarse a realizar la prueba de alcoholemia pueden ser más graves que dar positivo en dicho control. Nunca te niegues, ya que estás dando por hecho que vas a dar positivo, lo que puede agravar tu situación, puesto que puedes acumular distintas penas y castigos. En INEAF, te instamos a respetar las normas de circulación y a conducir vehículos a motor de manera responsable.

En concreto, dicho artículo del Código Penal señala: “El conductor que, requerido por un agente de la autoridad, se niegue a someterse a las pruebas legalmente establecidas para la comprobación de las tasas de alcoholemia y la presencia de las drogas tóxicas, estupefacientes y sustancias psicóticas a que se refieren los artículos anteriores, será castigado con las penas de prisión de seis meses a un año y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años”.

¿Iré a la cárcel por negarme a hacer las pruebas de alcoholemia?

Como ya sabes, negarte a realizar esta prueba puede penarse con hasta un año de cárcel. En el caso de que no tengas antecedentes penales, el juez puede tomar la decisión de que no pises la cárcel, ya que conforma una pena inferior a dos años. Aun así, debes recordar que la decisión estará siempre en manos del juez. Así, podemos concluir que existe la posibilidad de que vayas a prisión por este delito.

Por otro lado, negarte a hacer el control de alcoholemia supone que vas a dar positivo. Conducir bajo los efectos del alcohol se erigen como una infracción recogida en el artículo 379.2 del Código Penal. ¿Qué nos dice este artículo? Que las penas pueden oscilar entre trabajos en beneficio de la comunidad y la pena de prisión de tres a seis años.

Si unimos todas las consecuencias que puedes sufrir por negarte a realizar un control de alcoholemia, llegamos a la conclusión que, en cualquier situación, será mejor hacerla, aunque sepas de antemano que vas a dar positivo. ¿Por qué es tan grave negarse? Porque, antes de la reforma del Código Penal, muchos conductores se negaban. Las consecuencias de no hacer la prueba eran más leves que las de dar positivo.

El delito de desobediencia en un control de alcoholemia

Para cometer un delito de desobediencia, se deben cumplir ciertos requisitos. Y es que una persona no puede ser desobediente si no conoce las claves de la situación y no sabe las consecuencias de sus actos. En el contexto de una prueba de alcoholemia, se deben dar ciertos requisitos para caer en este tipo de delito. Vamos a verlos:

El guardia civil debe indicar de forma clara al conductor que se le pretende realizar una prueba de alcohol.
El conductor, por su parte, debe negarse de manera clara y directa.
Una vez exista esta negativa, el agente debe informar al conductor de las consecuencias penales que puede tener.
Si el conductor sigue en su negativa, podremos concluir que está incurriendo en un delito de desobediencia.

¿Cómo actuar en un control de alcoholemia?

A la hora de enfrentarnos a un control de alcoholemia es posible que te pongas nervioso y no sepas cómo actuar correctamente. De igual manera, es posible que no conozcas tus derechos en profundidad, por lo que te queremos ofrecer una breve hoja de ruta a seguir a la hora de afrontar una prueba de este tipo.

Sigue estos pasos, actúa con cautela y minimizarás las consecuencias a nivel legal.

Mantén la calma y sé respetuoso

Lo primero que debes saber es que tu comportamiento puede influir en la manera en la que el agente actúa. Tener un comportamiento cooperativo, en lugar de hostil, puede empeorar la situación, por lo que no confrontes nunca con la autoridad.

No te niegues a hacer la prueba de alcoholemia

Como hemos visto, negarse a realizar la prueba tiene peores consecuencias que someterte a la misma y dar positivo.

Interésate por las razones de la prueba

Tienes derecho a preguntas los motivos por los que te están haciendo el control. Puede ser un control rutinario o puede que estén sospechando de ti. Cualquier detalle puede ser importante de cara a una futura defensa legal.

Solicita una segunda prueba

Siempre puedes solicitar una segunda prueba en el caso de que no estés de acuerdo con el primer resultado. Así, te asegurarás que la tasa de alcohol será más precisa.

Vigila el espacio entre pruebas

En España deben transcurrir al menos diez minutos entre cada una de las pruebas. Si los agentes no respetan este plazo, tendrás un argumento a tu favor a la hora de defender la validez o no de las pruebas.

No digas nada que puede ser utilizado en tu contra

No hagas ningún comentario que te pueda jugar una mala pasada. Simplemente, cumple con las indicaciones del agente y no ofrezcas ningún detalle adicional sobre si has bebido o no.

Solicita asistencia legal

En el caso de que seas detenido o llevado a comisaria para la realización de pruebas adicionales, debes saber que siempre podrás contar con asistencia legal. Así, tendrás a un abogado que velará por tus derechos y minimizará los errores que te pueden perjudicar.

Referencias bibliográficas

Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal. Boletín Oficial del Estado, 281, 24 de noviembre de 1995, 33987-34058.
Real Decreto 1428/2003, de 21 de noviembre, por el que se aprueba el Reglamento General de Circulación.
Real Decreto 818/2009, de 8 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento General de Conductores.
Ley 6/2014, de 7 de abril, por la que se modifica el texto articulado de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial.