¿Sabes cómo se clasifican las sanciones administrativas y qué consecuencias tienen?

Sanciones administrativas leves graves y muy graves

Por
23/06/2025

Recibir una notificación de sanción nunca es agradable. Más aún cuando no se tiene claro el motivo, la gravedad del asunto o qué pasos tomar. ¿Es una infracción leve? ¿Grave? ¿Hay margen para recurrir? ¿Y si ya ha pasado mucho tiempo?

Este artículo está pensado precisamente para resolver esas dudas. Hablaremos de cómo se clasifican las sanciones administrativas, qué consecuencias puede tener cada una y en qué casos conviene revisar bien los plazos, los importes y las posibles opciones de reducción o recurso. 

¿Qué se considera una sanción administrativa?

Veamos en primer lugar qué son las sanciones administrativas. Son medidas impuestas por la Administración Pública a personas físicas o jurídicas por haber infringido alguna norma legal o reglamentaria.

¿Qué diferencia existe con respecto a las sanciones penales?  Básicamente, aquí no hablamos de delitos, sino de infracciones como, por ejemplo, no presentar un documento, construir sin licencia, o emitir publicidad engañosa.

Cada normativa sectorial (tráfico, medio ambiente, urbanismo, protección de datos, etc.) define su propio régimen sancionador. Pero todas suelen basarse en los mismos criterios, como son la gravedad de la infracción, daño causado, intención o reincidencia.

Tipos de sanciones: leves, graves y muy graves

Después de definir qué son, este es el segundo aspecto más importante que hay que conocer.

Las sanciones administrativas se pueden clasificar en 3 tipos: leves, graves y muy graves:

  • Infracción leve: aquellas conductas cuyo incumplimiento no genera daños graves, como cuando se incumple una obligación de forma puntual y sin mayor repercusión. En estos casos, lo habitual es que la administración opte por una advertencia o por una multa reducida.
  • Infracción grave: Por otro lado, cuando el hecho tiene más alcance, porque genera perjuicios, supone un incumplimiento evidente de una norma relevante, o afecta a otras personas o al interés público, hablamos ya de una infracción grave. Aquí sí pueden imponerse sanciones económicas más elevadas, y en algunos supuestos, medidas que limiten temporalmente una determinada actividad.
  • Infracciones muy graves: Son casos más extremos, en los que hay una intención clara de incumplir, reiteración o directamente causa un daño serio. En este nivel, la sanción puede ser bastante elevada y no es de extrañar que se impongan consecuencias adicionales como la suspensión de licencias o incluso la inhabilitación para ejercer ciertos derechos o funciones.

¿Qué ocurre si recibes una sanción?

Lo primero que hay que hacer es leer con atención la notificación, entre otras cosas para identificar si se trata de una propuesta de sanción, de un requeremiento previo o de la resolución definitiva. 

En cualquiera de los casos es importante saber que los plazos empiezan a contar desde que se recibe dicha notificación, por lo que conviene actuar con cierta agilidad. 

Además, es fundamental comprobar el plazo para alegar o para acogerse al pronto pago, aspectos que pueden suponer un ahorro significativo ya que, con carácter general, el pago de sanciones administrativas en periodo voluntario permite aplicar una reducción del 40 por ciento, siempre que se renuncie al recurso.

¿Puede haber más de una sanción por los mismos hechos?

Esta suele ser una duda muy frecuente. Y, en principio, no se puede imponer dos sanciones administrativas por el mismo hecho si afectan a la misma norma y se tramitan por la misma vía. Ahora bien, como suele ocurrir en este tipo de casos, hay matices.

Si un mismo comportamiento infrige varias normas puede haber procedimientos diferenciados y, en consecuencia, varias sanciones por un mismo acto. Supongamos que iniciamos una actuación urbanística sin licencia la cual, además, vulnera la normativa ambiental. Este podría ser un ejemplo claro. 

¿Cabe presentar recurso? ¿En qué casos es aconsejable?

Sí, por supuesto. Siempre que no se haya optado por la reducción por pronto pago, existe la posibilidad de interponer recurso contra sanciones administrativas.

En el ámbito local, por ejemplo, es frecuente el recurso de sanciones administrativas de urbanismo, pero lo mismo ocurre en tráfico, fiscalidad o medio ambiente.

Para que un recurso prospere, es fundamental revisar el expediente, identificar errores formales o de procedimiento y justificar por qué no se dan los hechos o por qué no encajan en la calificación que la Administración ha aplicado.

En muchos casos, el error está más en la forma que en el fondo, y eso puede dar pie a una estimación total o parcial del recurso.

¿Cuándo prescriben las sanciones administrativas?

La prescripción de las sanciones administrativas va a depender del tipo de infracción:

  • Las leves prescriben en 6 meses
  • Las graves, en 2 años
  • Las muy graves, en 3 años

Estos plazos empiezan a contar desde que la sanción es firme. Eso sí, si durante ese tiempo se produce alguna actuación que interrumpa el plazo, por ejemplo, una notificación o un requerimiento, el contador se reinicia.

Si te preguntas cuándo prescriben las sanciones administrativas que tengas pendientes, lo ideal es revisar la fecha de la resolución firme y consultar si ha habido actos que hayan interrumpido el plazo.

¿Qué implica no pagar a tiempo?

Si no se paga dentro del plazo establecido, la sanción pasa a vía ejecutiva. ¿Qué quiere decir esto? que la sanción es firme, ya no se puede recurrir, y el interesado no la paga en el plazo voluntario. Eso implica recargos, intereses e incluso procedimientos de embargo, si no se actúa a tiempo.

Además, como ya hemos comentado,  al superar el plazo de pago voluntario, se pierde el derecho a aplicar la reducción del 40 %. Y en muchos casos, se pierde también la opción de fraccionar el pago si no se solicitó dentro del periodo correspondiente.

Por eso, el pronto pago de sanciones administrativas no solo representa un descuento, sino que evita que el procedimiento se agrave innecesariamente.

¿Dónde consultar sanciones administrativas pendientes?

Muchos usuarios no saben que pueden consultar sanciones administrativas a través de los portales electrónicos de cada administración (ya sea local, autonómica o estatal). También es posible hacerlo desde la Carpeta Ciudadana o el sistema de notificaciones electrónicas de la AEAT.

Consultar el estado del expediente permite ver si la sanción sigue vigente, si ya fue pagada, o si incluso podría haber prescrito.

¿Y si la sanción ya está pagada o ha prescrito?

En ese caso, es importante conservar la documentación. Si has recibido un requerimiento relacionado con una sanción ya abonada o prescrita, puedes acreditar el pago o alegar prescripción, según corresponda.

Muchos contribuyentes tampoco saben que pueden defenderse en estos casos, pero si puedes justificar que la Administración ha dejado pasar el plazo, la sanción ya no es exigible. Eso sí, es necesario alegarlo formalmente.

Ejemplos de tipos de sanciones administrativas leves, graves y muy graves

Para terminar, veamos algunos ejemplos de sanciones administrativas reales, leves graves y muy graves:

  • Aparcar en zona prohibida: leve
  • Instalar un cartel sin licencia en una fachada: grave
  • Realizar obras sin licencia en una zona protegida: muy grave

Cada uno de estos casos activa un procedimiento distinto, con sus propios plazos y consecuencias.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

ARTÍCULOS RELACIONADOS