Al negociar las condiciones salariales en un nuevo empleo, lo habitual es negociar el salario anual bruto. Sin embargo, son muchas las personas trabajadoras que se dan cuenta, después de recibir el primer sueldo, que el importe que realmente perciben en la nómina mensual es menor al que se había acordado. Esto se debe a la diferencia que existe entre salario bruto y salario neto.
Esta confusión es muy común, por lo que entender bien los conceptos de salario bruto, neto, retenciones y cotizaciones puede marcar la diferencia entre aceptar o rechazar una oferta laboral.
En la tribuna de hoy, vamos a profundizar en el salario anual bruto y resolveremos algunas de las cuestiones frecuentes que surgen entorno a este concepto.
Además, veremos cómo se calcula, cómo interpretarlo en una nómina y qué implicaciones tiene en la retención de IRPF y en la cotización a la Seguridad Social.
¿Qué es el salario bruto anual?
El salario anual bruto se define como la retribución que percibe una persona trabajadora durante un año de trabajo. El salario bruto es la suma de todos los conceptos salariales a los que tiene derecho a cobrar el trabajador, antes de practicar las correspondientes cotizaciones a la seguridad social y retenciones por IRPF durante el año fiscal.
Este dato suele figurar en los contratos laborales, en nóminas detalladas y en certificados de retenciones emitidos por la empresa, y sirve como base para calcular indemnizaciones, prestaciones y pensiones.
Cómo saber el salario bruto anual en una nómina
El salario bruto anual no siempre aparece expresado de forma directa en la nómina mensual, pero puede calcularse fácilmente sumando el salario bruto mensual y multiplicándolo por 12 o 14, según el número de pagas.
También puedes encontrarlo en el apartado “Bases de cotización” o “Retribución bruta anual” en documentos emitidos por Recursos Humanos, o solicitarlo directamente a tu empleador. Conocer este dato es fundamental para comprobar que tu salario cumple con lo pactado en el contrato.
¿Cómo calcular el salario bruto anual?
Para calcular el salario bruto anual basta con sumar todos los conceptos retributivos que percibe el trabajador durante el año antes de las deducciones. Esto incluye el salario base, pluses, horas extras, pagas extraordinarias, bonus y cualquier otro complemento.
Por ejemplo, si un trabajador cobra 1.500 € brutos al mes en 14 pagas, su salario bruto anual será de 21.000 €. Si recibe incentivos u otras percepciones variables, estas también deben añadirse para obtener el importe total.
¿Cuál es la diferencia respecto al SMI?
El Real Decreto 99/2023, de 14 de febrero, por el que se eleva la cuantía del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), ha fijado el SMI para 2023 en 1.080€ brutos mensuales en 14 pagas, es decir, 15.120€ brutos anuales.
Esto quiere decir que ninguna persona trabajadora por cuenta ajena podrá cobrar un salario anual bruto inferior a 15.120€ por un contrato a tiempo completo. En el convenio colectivo de aplicación, por pacto o acuerdo con el empresario se puede fijar un salario anual bruto superior al SMI.
Cabe recordar que este importe es bruto y no neto, por lo que la cantidad real a percibir puede variar en función de las retenciones y cotizaciones aplicadas a cada trabajador.
El SMI también sirve como referencia para calcular subsidios, indemnizaciones y otros derechos laborales.
¿Qué es el salario bruto?
Como te decía, el salario bruto en la nómina suele aparecer desglosado en varios conceptos como: salario base, complementos salariales, primas de productividad, horas extras, entre otros (no todas las nóminas se componen de todos estos conceptos) y es la suma de todos ellos.
¿Qué es el salario neto?
El salario neto se obtiene restando al salario bruto las cotizaciones a la seguridad social y las retenciones por IRPF que correspondan.
¿En qué se diferencia el salario bruto anual del salario neto?
La diferencia principal es que el salario bruto es el importe total antes de deducciones, mientras que el salario neto es lo que finalmente se percibe en cuenta bancaria.
Del salario bruto se descuentan las cotizaciones a la Seguridad Social y la retención del IRPF, lo que da como resultado el salario neto. Saber diferenciar ambos conceptos es clave para evitar sorpresas al recibir la nómina.
¿Qué es la retención por IRPF en la nómina?
La retención por IRPF que se incluye en la nómina es obligatoria y es el importe que las empresas están obligadas a retener mensualmente a las personas trabajadoras. Se obtiene aplicando el tipo de retención que corresponda sobre el salario bruto de la persona trabajadora.
Representa una parte del pago que las personas trabajadoras deben abonar en concepto de impuesto sobre la renta de las personas físicas a la Agencia Tributaria.
De esta forma, una vez llegado el momento de declarar los ingresos ante la Agencia Tributaria, y en base a la retención del IRPF que se ha aplicado, el resultado puede salir a pagar o a devolver:
- El resultado de la declaración de la resta será a pagar: la persona trabajadora estará obligada a abonar la parte restante de los impuestos que le corresponden, ya que la retención del IRPF aplicada ha sido inferior a lo estipulado.
- El resultado de la declaración de la resta será a devolver: la retención del IRPF habrá sido superior a lo que le corresponde al trabajador, por lo que recibirá una determinada cantidad de dinero por parte de la Agencia Tributaria.
La clave está en ajustar correctamente el porcentaje de retención, teniendo en cuenta la situación personal y familiar, para evitar desequilibrios al presentar la declaración de la renta.
¿Qué supone para los trabajadores la subida del salario anual bruto?
El cálculo de la retención por IRPF se realiza sobre el salario anual bruto que percibe la persona trabajadora y depende del importe del sueldo bruto anual, la situación familiar del trabajador, el tipo de contrato y su duración.
Por tanto, una subida del salario anual bruto supondrá un aumento del tipo de retención en concepto de IRPF en la nómina.
El salario bruto, como hemos dicho, es uno de los factores que se tienen en cuenta al calcular la retención del IRPF, la cual, en este caso en concreto, se divide en 2 partes:
- El porcentaje de retención del IRPF que se realiza a “nivel estatal” (cuya recaudación va a parar a las arcas del Estado).
- El porcentaje de retención del IRPF que se realiza a “nivel autonómico” (cuya recaudación va a parar a las autonomías).
Es importante revisar el tramo del IRPF al que se pertenece, ya que cualquier incremento salarial podría implicar un salto a un tramo superior y, por tanto, un aumento significativo en la retención mensual.
También se recomienda actualizar los datos fiscales en la empresa cuando haya cambios en la situación personal o familiar, ya que pueden afectar al cálculo de la retención.
De esta forma, la retención del IRPF en 2023, en cada caso, es:
| Base aplicable | Tipo Estatal | Tipo Autonómico | Tipo Total (%) |
| Desde 0 € a 12.450 € | 9,5 % | 9,5 % | 19 % |
| Desde 12.451 € a 20.200 € | 12 % | 12 % | 24 % |
| Desde 20.201 € a 35.200 € | 15 % | 15 % | 30 % |
| Desde 35.201 € a 60.000 € | 18,5 % | 18,5 % | 37 % |
| Desde 60.001 € a 300.000 € | 22.5 % | 22.5 % | 45 % |
| Más de 300.000 € | 24,5 % |
22,5 % |
47 % |
Para obtener el tipo de retención por IRPF aplicable es recomendable utilizar la calculadora de retenciones que la AEAT pone a nuestra disposición.
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