Hipoteca multidivisa : ¿Qué son? ¿Por qué se están reclamando?

Préstamos multidivisa

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10/06/2021

Las hipotecas multidivisas son préstamos hipotecarios variables cuya financiación se concede en una moneda distinta al Euro con la intención de beneficiarse de tipos de interés más bajos, al estar referenciadas a un índice distinto al Euribor.

Este tipo de hipotecas se comenzaron a comercializar durante el “boom inmobiliario”, que abarcó el periodo de 2004 a 2008, justo antes de estallar la crisis financiera.

Esto era debido a que, por aquella época, el Euribor se mantenía a tipos más elevados que otros indicadores, principalmente, el Libor, que es el tipo interbancario de Londres, intentando así, disminuir el coste de la financiación.

Ventajas e inconvenientes de las hipotecas multidivisa

La gran virtud de las hipotecas multidivisas, es, a su vez, su punto más débil, pues la variación de las divisas no sólo afectaba a las cuotas, sino a todo el capital pendiente de amortizar.

En otras palabras, el inversor no podía conocer  el coste final de su hipoteca, y si la fluctuación de divisas no cumplía sus previsiones, terminaría por pagar más, por lo que la operación entrañaba un riesgo considerable.

Nulidad de la hipoteca multidivisa

Las entidades financieras han venido protagonizando una serie de escándalos relacionados con este tipo de productos, tales como las cláusulas suelo, o la colocación de preferentes, en los que la justicia ha obligado a indemnizar a los inversores por colocar productos financieros complejos omitiendo información sobre el riesgo que éstos entrañaban.

Esto mismo está ocurriendo con las hipotecas multidivisa, pues recientemente, el Juzgado de 1ª Instancia nº101 de Madrid ha declarado nulo un contrato de hipoteca multidivisa colocado por Bankinter, obligando a la entidad a devolver los exesos pagados por el inversor, al considerar que éste no contaba con conocimientos específicos sobre este tipo de producto que fue colocado en el año 2007.

¿Cómo reclamar una hipoteca multidivisa?

Podrán ser objeto de reclamación siempre y cuando, aquellos que lo contrataron no hubieran sido debidamente informados sobre sus riesgos. La reclamación podrá ejercerse por las siguientes vías:

  • En la propia entidad financiera, solicitando revisión del préstamo hipotecario. De esta forma, podremos conseguir que nuestra hipoteca sea recalculada en euros, con referencia al euribor. En caso de haber pagado más de lo que hubiese correspondido, podemos exigir el reembolso de tal exceso.
  • Si no estamos conformes con la respuesta dada por nuestro banco, podemos acudir al juzgado de cláusulas abusivas de nuestra provicincia, interponiendo la correspondiente reclamación mediante un abogado o asociación de consumidores. Pese a que conlleva más tiempo obtener una sentencia, no dependemos de la entidad financiera

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