Existen varias asociaciones que continuamente reflexionan sobre las imperfecciones de nuestro sistema tributario y el fraude fiscal patente en nuestra sociedad, pronunciándose al respecto y aportando varias ideas y consejos que, como mínimo merecen la pena estudiar. En este sentido, la REAF-REGAF, el órgano especializado del Consejo General de Economistas, para coordinar la actividad profesional de la Asesoría Fiscal ha realizado una publicación con 20 propuestas sobre cómo reducir el fraude fiscal.
Teniendo unos índices de economía sumergida del 16% de la actividad económica anual y aplicando un tipo impositivo algo más realista del 25%, el fraude fiscal se estima en 26.000 millones de euros aproximadamente. Aun así, no es fácil relacionar los datos obtenidos de los estudios con las cifras reales de lucha contra el fraude que presenta la AEAT. Cabe destacar que existe una economía sumergida de “subsistencia” que no tributaría en Renta por los umbrales establecidos, o de hacerlo, contribuyendo a tipos muy bajos, tributando igualmente a través de imposición indirecta y de otros impuestos.
Para erradicar el fraude fiscal se parte de la teoría de que “no existen recetas mágicas” para ello, por lo que debe de aplicarse la experiencia y adaptarse a las nuevas.
Principales propuestas para erradicar el fraude fiscal
- Mejora del trabajo en las Agencias Tributarias. Esto se consigue perfeccionando la explotación de la información de que disponen, cuidando la información de sus empleados y trabajando de forma coordinada.
- El resultado de las comprobaciones debe estar apoyado en expedientes administrativos sólidos, tanto en lo referente a los hechos como a los criterios aplicados, de forma que disminuya el porcentaje de éxito de los contribuyentes en las vías revisoras, tanto administrativa como judicial. Además se aconseja reducir los tiempos de resolución en los procedimientos de revisión, dotando de los medios necesarios a los Tribunales Económicos – Administrativos
- Facilitar la regularización tributaria por los contribuyentes, con unos costes sensiblemente inferiores a los de la regularización por la Administración, y dando facilidades de pago
- Seguimiento especial a los nuevos contribuyentes con ventanillas presenciales o virtuales especiales para facilitar el cumplimiento correcto desde el principio y contribuyentes de sectores que hayan sido sometidos a importantes regularizaciones para asegurarse el cumplimiento correcto en el futuro.
- Establecer y difundir de forma rápida criterios y normas que sean claros y estables.
- Potenciar la utilización de medios de pago electrónicos que faciliten el control de operaciones.
- Intensificar la cooperación internacional para el intercambio de información y para la comprobación de grupos y actividades que se desenvuelven en una economía globalizada.
Cierto es que algunos de estos consejos ya se vienen aplicando por la Agencia Estatal y otros están en desarrollo. Aun así, cabe recordar que, tal y como aconsejan, hay que concienciar a los contribuyentes pero, también hay que recordar que son también los políticos quienes han defraudado al Fisco.
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