¿Qué es el coste irrecuperable en economía?

coste irrecuperable

Un concepto interesante al que se le está dando mucha importancia en la actualidad es el conocido como coste irrecuperable o sunk cost. Seguro que en alguna ocasión has oído hablar de este coste o de la falacia del coste hundido y tienes curiosidad por conocer su aplicación económica.

De una manera muy general, el coste irrecuperable se refiere a aquel gasto o coste que ya hemos soportado y que no podemos recuperar, independientemente de las decisiones futuras que tomemos. El coste irrecuperable se diferencia de otros costes como los variables o evitables pues no podemos hacer nada por recuperarlos o reutilizarlos.

Lo normal sería que este tipo de costes no fuesen relevantes para nuestras decisiones futuras. Estas deberían basarse solo en costes futuros y objetivos estimados, no en gastos que ya no se pueden revertir.

Entonces, si no es posible hacer nada por recuperarlos, ¿por qué se les da tanta importancia? El coste irrecuperable es relevante porque, aunque desde una perspectiva racional no debería influir en decisiones futuras, a menudo afecta el comportamiento humano debido a sesgos cognitivos y emocionales.

¿Qué es el coste irrecuperable?

Como decimos, el coste irrecuperable es un gasto en el que ya hemos incurrido y que no se puede recuperar. Dicho de otra manera, es un costo pasado que no se puede revertir.

Este coste no solo se da en economía, sino en cualquier gasto que tengamos en nuestra vida privada. Imagina que viene a España Bruce Springsteen y compramos hace meses la entrada con un coste de 150 euros. La mala suerte es que el día del concierto te encuentras regular de la cabeza y en las noticias dicen que va a llover. Aunque parece que los inconvenientes actuales superan a los beneficios, ¿por qué es probable que sigas eligiendo ir al concierto?

El coste irrecuperable en economía

En economía, los costes irrecuperables suelen originarse por inversiones iniciales en proyectos, maquinaria, formación, contratos, entre otros. Una vez realizado el gasto, no hay posibilidad de revertirlo o recuperarlo, independientemente del éxito o fracaso del objetivo asociado. Ejemplos de costes irrecuperables incluyen:

  • Inversiones en publicidad: Una empresa que gasta dinero en una campaña publicitaria no puede recuperar ese gasto, incluso si la campaña resulta ineficaz.
  • Desarrollo de productos: Los costos de investigación y desarrollo para un producto que finalmente no llega al mercado.
  • Entradas para eventos: Si compras una entrada para un concierto y decides no asistir, el costo del boleto es irrecuperable.

El coste irrecuperable no debe influir en las decisiones futuras, ya que no se puede cambiar el pasado. Sin embargo, muchas personas y organizaciones caen en la trampa de intentar justificar decisiones futuras basadas en estos costos, lo que lleva al siguiente punto: la falacia del coste hundido o irrecuperable.

Falacia del coste irrecuperable

La falacia del coste irrecuperable es un error cognitivo común que ocurre cuando las decisiones futuras están influenciadas indebidamente por los costes irrecuperables. En lugar de analizar las opciones disponibles basándonos únicamente en los costes y beneficios futuros, las personas consideran los recursos ya gastados como un factor relevante. Esto puede hacer que tomemos decisiones erróneas como persistir en un proyecto no rentable.

Por ejemplo: una empresa que invirtió millones en una tecnología obsoleta puede resistirse a cambiar de dirección porque los gastos pasados generan una sensación de compromiso.

La falacia del coste irrecuperable está relacionada con conceptos como el “escalamiento del compromiso“, donde los individuos  refuerzan su inversión en proyectos fallidos, y el sesgo de confirmación, que los lleva a buscar información que justifique su decisión pasada.

Efectos negativos del coste irrecuperable

El impacto del coste irrecuperable se manifiesta en varios niveles, tanto en el ámbito personal como organizacional. Comentamos algunos:

  1. Aunque racionalmente los costes irrecuperables no deberían influir en las decisiones futuras, las personas y organizaciones a menudo se aferran a proyectos fallidos con la esperanza de recuperar algo de lo perdido. Esto puede llevar a la toma de decisiones irracionales que aumentan el riesgo y el desperdicio.
  2. En el mundo empresarial, esto se ve reflejado en la tendencia a continuar invirtiendo recursos en proyectos que ya no son viables. Por ejemplo, una compañía que ha gastado mucho en desarrollar un producto puede seguir invirtiendo en él a pesar de los indicadores de que no será exitoso.
  3. Los costes irrecuperables activan factores psicológicos como el orgullo, la responsabilidad percibida o el miedo al arrepentimiento, lo que refuerza la resistencia a abandonar un proyecto o decisión.
  4. En el ámbito estratégico, los costes irrecuperables pueden limitar la flexibilidad y la capacidad de innovación, ya que los recursos se siguen canalizando hacia inversiones pasadas en lugar de enfocarse en nuevas oportunidades.

Cómo debemos actuar para evitar los efectos negativos del coste irrecuperable

Para contrarrestar la influencia del coste irrecuperable, es esencial adoptar un enfoque racional en la toma de decisiones. Algunas estrategias incluyen:

  1. Analizar los beneficios futuros: Enfocarse únicamente en los costos y beneficios futuros, ignorando los gastos ya realizados.
  2. Revisar regularmente los proyectos: Implementar mecanismos de revisión que evalúen objetivamente la viabilidad de un proyecto en curso.
  3. Separar emociones de decisiones: Reconocer y controlar el impacto de los sesgos emocionales al tomar decisiones.

En resumen, los costes irrecuperables son un concepto clave en economía que destaca la importancia de tomar decisiones informadas y racionales basadas en el futuro, no en el pasado. Aunque son inevitables en muchos contextos, su correcta gestión puede evitar errores comunes y optimizar recursos.

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