Riesgos ergonómicos en Navidad: cómo prevenirlos en el trabajo

riesgos ergonómicos navidad

Cada año, cuando se acercan las fiestas, el país entero se pone en marcha. Las luces empiezan a encenderse, los comercios se preparan para el aluvión de clientes y las empresas de logística reorganizan turnos para absorber miles de envíos diarios. La campaña navideña es sinónimo de empleo temporal, de actividad intensa y, también, de un aumento notable de los riesgos ergonómicos en navidad. En 2025, esta realidad no solo continúa, sino que se intensifica con el auge del comercio electrónico y las jornadas cada vez más exigentes en sectores como el retail, la hostelería o el reparto.

Hablar de riesgos ergonómicos en Navidad no es hablar “de dolores pasajeros”. Es hablar de lesiones musculoesqueléticas, de sobrecargas, de fatiga acumulada y de problemas que, si no se previenen, pueden acompañar mucho tiempo a quienes los sufren. Y es hablar, también, de cómo las empresas pueden anticiparse para que la campaña no se convierta en una fuente de accidentes evitables.

Más trabajo, más ritmo, más exigencia

En España, las semanas que van aproximadamente de mediados de noviembre a principios de enero concentran uno de los mayores picos de actividad laboral del año. Las plantillas crecen con miles de contratos temporales: cajeros y cajeras que se incorporan a la carrera, reponedores que trabajan a turnos, mozos de almacén que preparan pedidos casi sin descanso, repartidores que multiplican entregas y personal de hostelería que encadena eventos de empresa y servicios especiales.

Ese aumento de actividad tiene una consecuencia directa: el ritmo de trabajo se dispara. Y cuando aumenta el ritmo, normalmente también lo hacen la repetición de movimientos, las posturas sostenidas y el esfuerzo físico. Es el terreno perfecto para que aparezcan los riesgos ergonómicos.

Los riesgos que más se repiten en estas fechas

Aunque cada sector tiene sus particularidades, hay varios riesgos que se repiten prácticamente en todos los entornos laborales durante la campaña navideña:

1. Manipulación manual de cargas

Es uno de los grandes protagonistas. En tiendas y almacenes se levantan cajas, se mueven carros, se suben y bajan productos constantemente. El problema no es tanto un esfuerzo puntual, sino la repetición continua, con prisas y a menudo sin formación previa.

2. Posturas forzadas o mantenidas

El personal de caja pasa horas sentado prácticamente en la misma posición. Los reponedores trabajan con los brazos en alto o agachados durante largos periodos. En logística, los trabajadores pueden pasar mucho tiempo inclinados preparando pedidos. La falta de variación postural castiga especialmente la espalda y el cuello.

3. Movimientos repetitivos

Envolver regalos, ordenar productos, clasificar artículos, cortar, etiquetar… Muchas tareas de estas fechas requieren gestos pequeños, rápidos y persistentes. La muñeca, los hombros y los codos suelen ser los primeros en dar señales de sobrecarga.

4. Ritmos de trabajo elevados

Las colas en caja, los plazos de entrega y las exigencias de producción generan presión. La ergonomía no solo es física, también es cognitiva: cuando el ritmo se acelera, aumenta el estrés y se reducen los tiempos para trabajar con cuidado.

5. Condiciones ambientales poco favorables

Almacenes fríos, iluminación deficiente en zonas de carga, suelos resbaladizos por la lluvia… Aunque no siempre se mencionan, estas condiciones hacen que trabajar en buena postura sea más difícil.

Por qué este año es especialmente importante cuidarlo

En 2025, las organizaciones españolas están afrontando un incremento constante del comercio online, y eso se nota en la logística, donde el volumen de paquetes sigue creciendo. Cada vez hay más contratación express para cubrir solo determinados días o fines de semana. Ese personal temporal llega en ocasiones con apenas una breve orientación inicial, lo que aumenta la probabilidad de usar malas técnicas de trabajo sin ser consciente de ello.

Otro aspecto clave es el envejecimiento de la plantilla. En muchos sectores, especialmente comercio y hostelería, conviven trabajadores jóvenes con otros que llevan décadas en el oficio. La experiencia ayuda, pero también implica articulaciones más castigadas y menor tolerancia a la sobrecarga. La prevención, por tanto, es más necesaria que nunca.

Las consecuencias de ignorar los riesgos ergonómicos

En campaña navideña, una lesión no afecta solo a quien la sufre: también afecta al funcionamiento del centro de trabajo. Las bajas médicas, las sustituciones de última hora y la pérdida de productividad en un momento crítico pueden generar un efecto dominó que complica la organización.

Para la persona trabajadora, una tendinitis, un lumbago o un pinzamiento no son un simple “mal gesto”. Pueden requerir semanas de reposo o fisioterapia y, si se cronifican, limitar su capacidad para realizar ciertas tareas. La ergonomía no es un extra: es una condición imprescindible para trabajar con seguridad y salud.

Medidas concretas para prevenir estos riesgos

Afortunadamente, la mayoría de estos problemas se pueden prevenir con acciones sencillas que, aplicadas a tiempo, marcan una gran diferencia. Algunas de las más útiles durante la campaña son:

1. Formación práctica y directa

No hace falta una sesión interminable. Basta con 30–45 minutos antes de empezar la campaña para explicar cómo levantar cargas, cómo empujar carros correctamente, cómo ajustar el puesto y cómo distribuir el esfuerzo.

2. Rotación de tareas

Turnos más dinámicos, que alternen tareas de pie, tareas sentadas, manipulación de cargas y tareas finas, ayudan a evitar sobrecargas.

3. Ajustes del puesto de trabajo

Mesas regulables, sillas adecuadas, iluminación suficiente y estanterías bien organizadas son pequeños cambios que reducen enormemente la carga física.

4. Pausas breves y activas

No hablamos de parar quince minutos cada hora, sino de microdescansos de 30–60 segundos para estirar, recolocar la postura o relajar las articulaciones. Funcionan, y mucho.

5. Equipos de ayuda

Carros de buena calidad, transpaletas eléctricas, escaleras estables, mesas a la altura adecuada… La ergonomía no depende solo del trabajador, sino también de disponer de herramientas apropiadas.

6. Hablar abiertamente de molestias

Si duele, hay que decirlo. Y si un trabajador lo comunica, la empresa tiene que actuar. Detectar un problema al inicio es la mejor forma de evitar una lesión seria.

La Navidad es sinónimo de trabajo intenso, sí, pero no debería serlo de lesiones ni de agotamiento. En España, las campañas navideñas de 2025 seguirán siendo un motor de trabajo y actividad económica, pero también una prueba para la organización de cada empresa. Cuidar la ergonomía no es una obligación burocrática: es una herramienta real para proteger a las personas, reducir bajas, mejorar el ambiente laboral y ofrecer un servicio mejor en la época del año más exigente.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

ARTÍCULOS RELACIONADOS