A pesar de las recomendaciones, el Gobierno va a estudiar nuevas bajadas de impuestos

Se acercan las próximas elecciones y como era de esperar, ya se está barajando la posibilidad de bajar los impuestos. Es lo que se desprende de la sesión de control parlamentario de hace unos días.

No sé si recordarán uno de los artículos de la semana pasada en el que comentábamos que el Banco de España aconsejaba aumentar la imposición indirecta para lo que habría que ampliar las bases del IVA, incrementar los impuestos especiales y la fiscalidad medioambiental y racionalizar las deducciones, bonificaciones y reducciones.

Por otro lado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) pide al Gobierno más impuestos, copagos sanitarios y en educación y despidos más baratos y más fáciles, con lo que ayudarían a aumentar la contratación indefinida.

A pesar de estos “consejos” de aumento de la fiscalidad, por distintas vías, nuestro presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afirma que se va a continuar con “nuestra propia hoja de ruta, nuestra propia política económica”. Rajoy afirma que no va a subir impuestos, al contrario, va a bajarlos. Ya se han bajado el Impuesto sobre la Renta y el Impuesto sobre Sociedades y 2016 volverá a haber una bajada. El Gobierno va a estudiar, si la recaudación lo permite, nuevas bajadas de impuestos.

El Gobierno se basa en que ha hecho reformas estructurales importantes que han producido resultados, se han corregido desequilibrios, se ha mejorado la competitividad en España y se está creciendo y creando empleo a buen ritmo.

Se va a continuar con este espíritu reformista, como aconseja el FMI, aunque hay algunas medidas, como la de subir impuestos, que el Gobierno no puede compartir, según palabras de nuestro presidente.

De entre las recomendaciones del FMI que si se comparten destacamos la de apoyar a la competitividad y a las Pymes, eliminando privilegios fiscales, barreras legales, gastos público duplicado, despilfarro, etc., o la recomendación de exigir responsabilidades a las malas prácticas pasadas, como la ocurrida en el caso Bankia.

No nos queda de otra estar pendientes ante posibles reformas, tanto fiscales como laborales, mientras nuestros políticos empiezan a hacer campaña para las próximas elecciones.