El Corporate Finance es un servicio cuyo destino es alcanzar o conseguir una reestructuración de una empresa. Se usa en aquellos casos donde existen proyectos que no son asumidos por la banca tradicional. Por tanto, es un conjunto de servicios que van orientados al desarrollo corporativo de la empresa.
Por lo que respecta a las Administraciones Públicas, acudiremos a la Central de Información Económico-Financiera que provee la información sobre la actividad económico-financiera de las distintas Administraciones Públicas.
Está asociado a todo tipo de empresas, ya sean grandes empresas o medianas y pequeñas. Con este corporate se consigue proporcionar a estas nuevas formas de financiación para proyectos de expansión.
Podemos destacar los siguientes proveedores financieros:
- Fondos de inversión.
- Family offices.
- Capital de riesgo.
El objetivo es trasladar el dinero de quien lo tiene a aquel que puede darle un uso productivo y multiplicar la rentabilidad que los bancos no ofrecen en la actualidad. Es maximizar el valor para el accionista. Se dirige a la elección de las estrategias que permiten a la compañía alcanzar más garantías para incrementar los beneficios.
El Corporate Finance será útil en cuatro tipos de operaciones:
Financiación de proyectos de inversión y activos
En este se pueden incluir desde adquisición o construcción de inmuebles hasta expansión nacional o internacional, o creación de una nueva unidad de negocio, entre otros. Se financia a través de la entrada de capital de un socio inversor, financiación corporativa externa y la obtención de liquidez mediante los propios activos de la compañía.
Compra y venta de empresas
En estos momentos tan delicados hacen necesaria la mediación de diferentes expertos, para ello a veces se solicitará financiación.
Financiación circulante
Las empresas, para muchos productos, necesitan recursos externos como pueden ser descuento de facturas, anticipo de contratos… A pesar de que la banca tradicional conceda soluciones en este sentido, en ocasiones se ve muy limitada en el caso de proyectos internacionales o aquellas empresas que ya no disponen de límites de riesgo.
Reestructuración financiera
Esa afecta a cualquier tipo de compañía, obligándoles a adaptar su financiación a un nuevo estado o plan de negocio.
Los profesionales que se dedican al Corporate Finance en nuestro país normalmente prestan servicios de asesoramiento financiero independiente. Este está basado en:
- Fusiones y adquisiciones: alianzas estratégicas, ampliaciones de capital, socios financieros, compraventa de empresas, OPVs, OPAs, capital riesgo, capital expansión, etc.
- Valoraciones independientes: valoraciones de marcas, fairness opinión, valoraciones de activos intangible, etc.
- Asesoramiento de deuda y estructura de balance.
- Financiación de estructuras y proyectos.
- Asesoría de Startups: que incluye constitución y estructuración de fondos, fundraising, venture capital, etc.
- Consejo para transacciones para el sector inmobiliario: M&A corporate, carteras de deuda con garantía, compraventa de inmuebles, etc.
- Asesoramiento en transacciones de carteras de activos non-core.
Deal breaker
Incluso las operaciones de fusiones y adquisiciones que son exitosas pueden haber tenido algunos momentos difíciles. Un “deal breaker” puede considerarse una razón lo suficientemente importante como para que dos partes dejen de negociar la venta de una empresa.
Las razones por las que se detiene una transacción van desde cuestiones de valoración y precio hasta la financiación del comprador, pasando por riesgos fiscales, legales u otras.
Algunos de los deal breakers más comunes son:
- Financiero (valor y precio): muchos de los vendedores consideran que su empresa es el mejor negocio. Las valoraciones son siempre subjetivas y dependen de criterios e hipótesis utilizados.
- Necesidad de financiación (bancaria): en algunos casos se tiene el efectivo necesario en su propio balance, pero en otros se puede tener más dificultades para conseguir esta financiación y puede llegar a ser un factor de ruptura.
- Legal y fiscal: si la estructura jurídica del vendedor no está bien configurada o es muy complicada puede hacer que la operación fracase. Por otra parte, las figuras fiscales complejas desaniman a los compradores, estas deberían ser sencillas y directas.
- Personas (relaciones y cultura): una buena química personal es crucial, es importante crear una buena relación a nivel personal.
- Características del vendedor (relación estrecha con el negocio, falta de preparación, retirada…)
- Negociación: el comportamiento en esta etapa también puede provocar riesgo de fracaso. Es importante demostrar que defiendes tus intereses.
- Riesgo.
- Relacionados con el asesor (compradores equivocados, por ejemplo)
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