Propuestas de Pedro Sánchez para el Impuesto sobre Sociedades

impuesto sobre sociedades

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IMPUESTO SOBRE SOCIEDADES

Sin darnos cuenta nos encontramos hace unas semanas con un nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, que días antes nadie esperaba. Nos ha pillado un poco a todos con el pie cambiado y andamos mirando con lupa todas las noticias que nos puedan afectarnos a nivel laboral, social ó económico. Como todo Gobierno (y sin tener muy claro lo que podrá durar) quiere dejar su sello y no cabe duda que el que ahora tenemos quiere comenzar por hacerlo en materia fiscal.

Llevamos unos días oyendo noticias como que “Hacienda desafía a las empresas y prepara un tipo mínimo del 15 por ciento en el impuesto sobre sociedades” ó “el Gobierno prepara un tipo del 20% sobre el resultado contable”.

Sabemos que el tipo general del impuesto sobre sociedades en España está en el 25% por lo que las noticias anteriores pueden resultar confusas y dar la impresión de que se pretende bajar el tipo. Nada más lejos de la realidad. Debemos pensar que Hacienda habla en términos de tipos efectivos y no del tipo impositivo general. Y es que, aunque el tipo sea del 25% , las grandes compañías y sus equipos jurídicos montan todo una arquitectura fiscal (dentro de la legalidad) que les permiten realizar ajustes extracontables y de esta manera tributar mucho menos por sus beneficios.

Todo comienza con la idea generalizada, no solo en España sino en el resto del mundo, de que las grandes multinacionales no están pagando lo que realmente deberían en cada país. En España el caso se agrava pues se estima que estas grandes compañías tributan en el impuesto sobre sociedades alrededor del 7% de su resultado contable y esto se debe a que aprovechan exenciones, deducciones y bonificaciones que hacen que, a pesar de tener un resultado contable positivo grande, su tributación se aleje mucho de la media europea que ronda el 23%.

Lo más grave de esta situación es que la carga fiscal de las grandes multinacionales es muy inferior a la que soportan las pequeñas y medianas empresas y no digamos que los trabajadores. En gran medida se debe a que la mayoría de deducciones, como pueden ser las inversiones en I+D+I, y que solo están al alcance de las grandes entidades.

Si bien la medida “en principio” solo afectaría a las grandes empresas y la justifica el Gobierno con el objetivo de mantener el estado del bienestar con el aumento de gastos (pensiones, sanidad universal, eliminación del copago…) son muchas las dudas que genera ya que se establece un mínimo de entre un 18% y el 20% sobre el resultado contable y no sobre la base imponible

  • ¿Se seguirán haciendo los mismos ajustes al resultado contable para determinar la base imponible?
  • ¿Se podrán modificar o eliminar exenciones como la doble imposición de manera unilateral?
  • ¿Desaparecerán todas las deducciones y bonificaciones que hoy existen?
  • ¿Cómo afectará esta medida a la inversión de las empresas en investigación y desarrollo?
  • ¿Qué pasará con las bonificaciones para actividades en Ceuta y Melilla?
  • ¿Afectará a las contrataciones la eliminación de deducciones por creación de empleo o se establecerán otro tipo de incentivos?
  • ¿Se podrán compensar las bases imponibles negativas de ejercicios anteriores?

Si las expectativas del Gobierno son ciertas, esta medida podría triplicar la recaudación actual a este tipo de sociedades pero también habrá que valorar las posibles consecuencias negativas que generarían las dudas antes comentadas. Saldremos de dudas en unas fechas y confiamos en que todo sirva para mejorar.

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