Máxim Huerta y la elusión fiscal

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14/06/2018

No podíamos dejar pasar por alto en nuestra tribuna el caso con el fisco del ex Ministro de Cultura y Deportes, Máxim Huerta. Dejando un poco de lado el escándalo social al que no vamos a entrar al trapo, queremos incidir un poco en cuál ha sido el problema con la Hacienda Pública que le ha llevado a dimitir del Ministerio.

La base del problema está en la tributación de los derechos de imagen y servicios profesionales. La cuestión está en crear una sociedad interpuesta, en este caso una Sociedad Limitada (SL), para a través de la misma declarar en el Impuesto sobre Sociedades, cuyo tipo impositivo es mucho menor, en vez de declarar tales rendimientos en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), cuya tributación puede alcanzar el doble que el Impuesto sobre Sociedades para ciertos importes.

Es decir, lo que se creó en su momento no era más que una “sociedad pantalla para eludir así el pago de más impuestos. En realidad, Huerta no era más que un autónomo.

Se llevaron a cabo por tanto actuaciones de comprobación e inspección de la Sociedad “Almaximo Profesionales de la Imagen, S.L.”  en el concepto de Impuesto sobre Sociedades de los ejercicios 2006, 2007 y 2008, cuyo único socio era el ex ministro.

Los ingresos obtenidos por la sociedad derivaban todos ellos de prestaciones de servicios realizados por su socio (Máxim Huerta) para sus clientes. La conclusión que se establece en la sentencia es “la operación vinculada entre socio y sociedad ha sido valorada y retribuída por un valor considerablemente inferior  al importe por el que la sociedad factura a sus clientes, determinando un ingreso tributario conjunto inferior al debido”.

De este modo, la retribución del trabajo personal por el socio que la sociedad le transfería, da lugar a  menor tributación en el IRPF, menor tributación que no se compensa con la cuota tributaria que satisface por el Impuesto sobre Sociedades la propia sociedad, que como bien sabemos es a un tipo fijo y mejor que el que le correspondería abonar a los socios, según la tarifa progresiva del IRPF.

Además, también se llegó a la conclusión de que del total de gastos contabilizados y deducidos en el mismo ejercicio, sólo una parte eran correctamente deducibles. Gran parte de los gastos deducidos correspondía a gastos de vivienda.

De este modo, en el ejercicio 2006 la liquidación provisional que se le reclamaba ascendía a 54.363,10 euros.  Al comprobar los dos siguiente ejercicios se procedió de forma similar, con lo que, finalmente, la regularización con la Hacienda Pública ascendió a 218.322 euros.

Debido a la sanción del 50% y a los intereses de  demora la deuda de esta supuesta sociedad ha ascendido a un total de 365.938 euros.

La excusa perfecta por parte de Máxim Huerta era que todo había sido por un cambio de criterio por parte de la Hacienda. El Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) rápidamente desmintió esta afirmación. No hubo cambios de criterio alguno en estos años. Afirman que “nunca nadie ha podido constituir una sociedad siendo sólo una persona para pagar menos impuestos”.

Digamos este es el resumen de todo el revuelo ocasionado con la Hacienda del que fue nuestro Ministro de Cultura y Deportes durante 6 días, Máxim Huerta.

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