La Unión Europea y la lucha contra la deforestación y la degradación forestal

Ley de la UE contra la deforestación mundial

Entre las prioridades de la Unión Europea se encuentra construir una Europa climáticamente neutra, ecológica, justa y social.

Para trabajar en este objetivo, teniendo en cuenta que la deforestación y la degradación forestal son incentivos del cambio climático y la pérdida de biodiversidad, la Comisión Europea y el Parlamento, proponen un Reglamento para minimizar la deforestación y la degradación forestal asociado a productos que la UE importa y exporta.

Se prevé que la adopción formal del texto se realice en el segundo trimestre de 2023.

Fijando el 31 de diciembre de 2020 como fecha de referencia.

La entrada en vigor de las disposiciones previstas en el reglamento tendrá lugar a los 18 meses de la aprobación del texto definitivo.

A partir de ese momento, los productos afectados por la normativa y que por tanto contribuyan a la deforestación:

No podrán contener materias primas producidas en zonas que hayan sido objeto de deforestación o degradación forestal o que no cumplan los requisitos legales aplicables en el Estado de producción.

Esta reglamentación tiene como principal precedente:

La Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo relativo a la comercialización en el mercado de la Unión y a la exportación desde la Unión de determinados productos básicos y productos asociados a la deforestación y la degradación forestal y por el que se deroga el Reglamento (UE) nº 995/2010.

Preocupación por el Medio Ambiente en la UE

Es destacable la preocupación por el medio ambiente entre los ciudadanos de la UE, como muestra la consulta pública abierta lanzada por la Comisión en relación a esta propuesta legislativa sobre intensificación de la acción de la UE en relación a la deforestación y degradación forestal.

Esta ha sido la propuesta más popular en la historia entre los ciudadanos de la Unión Europea habiendo reunido 1.200.000 respuestas.

El principal motor de la deforestación y la degradación forestal es la aumento de las tierras agrícolas.

Estas tierras agrícolas se destinan a la producción de productos básicos que importamos desde la Unión Europea, como son la soja, la carne de vacuno, el aceite de palma, la madera, el cacao y café.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en los informes presentados estima debido a la deforestación entre los años 1990 y 2022 se perdieron 420 millones de hectáreas de bosque, para hacernos una idea, un espacio más grande que el que ocupa la Unión Europea.

La UE como principal economía y consumidor de productos básicos vinculados a la deforestación y degradación forestal, es parcialmente responsable de los problemas que estas prácticas generan.

Objetivo que pretende conseguir esta regulación

Establecer medidas que permitan aumentar y hacer más intensa la actuación de la Unión Europea para proteger los bosques del mundo, en particular los bosques primarios.

También para restaurar los bosques de una manera sostenible y responsable.

En definitiva, impulsar medidas que permitan el cumplimiento de los objetivos medioambientales Europeos que implican la lucha contra el calentamiento global y la pérdida de biodiversidad.

Además se garantizaría a los consumidores Europeos que los productos que adquieren no contribuyen a la destrucción de los bosques, incluidos los bosques tropicales irremplazables, y por tanto se podría reducir la contribución de la UE al cambio climático y a la pérdida de biodiversidad.

Productos libres de deforestación

Determinados productos derivados de una selección de materias primas como el aceite de palma, soja, ganado bovino, carne de vacuno, madera, café, cacao, caucho y sus derivados.

La Comisión tiene previsto proponer que se amplíe progresivamente la lista que recoge el reglamento con los productos que deben regularse, revisando y actualizando periódicamente dicha lista en función de los nuevos datos.

Esto permitirá adaptar la reglamentación a los cambios que se registren en los patrones de deforestación.

En este sentido, el Parlamento propone añadir la carne de cerdo, oveja y cabra, las aves de corral, el maíz, así como el carbón vegetal y los productos de papel impreso.

La Unión Europea promueve…

  • El consumo de productos libres de deforestación.
  • Reducir el impacto de la UE en la deforestación y la degradación forestal a escala mundial.
  • Reducir, de esta forma también, las emisiones de gases de efecto invernadero y la pérdida de biodiversidad.

Se pretende garantizar que solo se permitan en el mercado de la UE productos legales y libres de deforestación (de conformidad con la legislación del país de origen).

Se establecerá un sistema de evaluación comparativa para determinar qué países presentan un riesgo bajo, estándar o alto de producir productos o productos básicos que no estén libres de deforestación o que no se ajusten a la legislación del país productor.

Las obligaciones establecidas para los operadores y autoridades serán distintas, más o menos restrictivas, en función del nivel de riesgo del país o región de producción.

Estando los productos de los países de bajo riesgo sujetos a menos obligaciones.

Sistemas de Diligencia Debida y Control

Las empresas que comercialicen los productos o productos básicos pertinentes tendrán que instaurar y aplicar sistemas de diligencia debida para evitar la introducción en el mercado de la UE de productos relacionados con la deforestación.

Estarán bajo la supervisión de las autoridades de control, y tendrán que rendir cuentas ante ellas, si incumplen los requisitos del Reglamento.

Las empresas tendrán que presentar una declaración en un sistema de información europeo en el que confirmen que han actuado efectivamente con la diligencia debida y que los productos que comercializan cumplen las normas de la UE.

Esta declaración también proporcionará información esencial para el seguimiento de la producción, a saber, las coordenadas geográficas de la explotación o plantación en la que se hayan cultivado los productos básicos.

¿Cómo funcionará el sistema de diligencia debida?

Para poder comercializar en el mercado de la UE por primera vez los productos, los operadores deben garantizar que las materias primas o sus derivados:

  • No se han producido en tierras deforestadas o degradadas después del 31 de diciembre de 2020.
  • Han sido producidos de conformidad con la legislación del país de producción.

Si se incumple alguno de estos dos requisitos, se prohibirá la comercialización de tales productos en el mercado de la UE.

Como parte de sus sistemas de diligencia debida, los operadores tendrán que pasar por tres etapas:

Etapa 1

Garantizar el acceso a la información sobre, por ejemplo, el producto, la cantidad, el proveedor, el país de producción, etc.

Un requisito clave en esta etapa será obtener las coordenadas geográficas (geolocalización) de las parcelas donde se hayan producido los productos básicos que comercializan.

Dado que la deforestación está vinculada al cambio del uso de la tierra, el seguimiento de la deforestación requiere un vínculo preciso entre el producto básico o producto comercializado en la UE y la parcela en la que se cultivó.

Se espera que la combinación de la geolocalización con el seguimiento remoto a través de imágenes por satélite aumente la eficacia del Reglamento.

Etapa 2

Las empresas tendrán que analizar y evaluar el riesgo en la cadena de suministro basándose en la información disponible sobre las parcelas utilizadas para producir los productos básicos.

Etapa 3

Adopción de medidas de mitigación adecuadas y proporcionadas.

Encauzado ya el texto para su adopción formal, esperamos tenerlo disponible en el segundo trimestre de 2023.

Todo esto de acuerdo con la información que hacen públicas las instituciones Europeas y estatales.

Por su parte, distintas ONGs y movimientos ciudadanos ecologistas, manifiestan su conformidad con el alcance del reglamento.

Pero insisten en la necesidad de seguir ampliando la regulación y consiguiente protección frente a la deforestación, pues entre otras no incluye otras tierras boscosas, ni bancos ni normas internacionales de derechos humanos.

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