Grecia termina con un acuerdo más duro de lo deseado – Tribuna INEAF

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17/07/2015

Parece que las tensiones entre Grecia y el Eurogrupo han llegado a su fin, por lo menos por ahora. Después de más de 12 horas de reunión y varias confrontaciones, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea llegaron a un acuerdo con Grecia.

Las principales medidas exigidas a Grecia a cambio de mantenerse en el euro son las siguientes:

Fondo de activos

Pacto Grecia - INEAFCon la finalidad de hacer menos oneroso el rescate y garantizar con activos la disminución de la deuda griega que asciende al 177% del PIB, Alemania propone un fondo al que Grecia deberá transferir todos aquellos activos que sean susceptibles de ser privatizados. En una versión inicial del texto, se propuso que el fondo se localizara en Luxemburgo, recibiese una dotación de 50.000 millones de euros y las ganancias se destinaran a reducir la deuda.

En las negociaciones con Tsipras, se decidió que el 50% del instrumento se destine a la recapitalización de los bancos, un 25% a la reducción de la deuda y el 25% restante a la inversión productiva.

Queda por ver cuántos activos se podrán aglutinar para la creación del fondo. El FMI (Fondo Monetario Internacional) se manifestó bastante prudente, considerando que habrá dificultades para alcanzar los 7.000 millones de euros.

Finalmente el fondo no se quedará en Luxemburgo, sino en Atenas aunque siempre bajo la supervisión de “las instituciones europeas relevantes”, que aún están por determinar.

Fondo Monetario Internacional

Grecia no ha logrado prescindir del Fondo Monetario Internacional. Aunque se considera una entidad más estricta, bien es cierto que ha sido la primera en tratar los riesgos de sostenibilidad de la deuda griega.

De hecho, en el mismo pacto se establece que, a partir de marzo de 2016, Grecia pedirá “continuo apoyo al FMI, supervisión y financiación”, mostrando así el FMI predisposición a seguir ayudando al país heleno.

Pensiones y demás cuestiones de urgencia

Para garantizar la sostenibilidad de las pensiones, Tsipras se ha comprometido a legislar el 15 de julio la reestructuración del IVA, la independencia de su oficina de estadística y los recortes de gasto que deberán asumir si se producen incumplimientos presupuestarios.

Por otra parte, el 22 de julio deberán tener listas también una norma para agilizar la justicia y otra para trasladar el marco europeo de resolución bancaria a las normas griegas.

Mercado laboral

Atendiendo al acuerdo, Grecia se ha comprometido a aplicar “una revisión rigurosa y una modernización de la negociación colectiva” y del sistema de despidos, compromiso que difiere en gran medida de la propuesta electoral de Syriza de restituir la negociación entre empresa y trabajador y de endurecer los despidos.

Sector financiero

Aunque en el acuerdo se establecen medidas como la actuación contra los impagos en los préstamos y la evasión de las inferencias políticas en el sector financiero, en términos más prácticos, se estima que Grecia podría obtener más margen si cumple con las medidas y aplica con rapidez las reformas que se le solicitan.

Con un rápido cumplimiento de las reformas, el país heleno podría recibir más liquidez de los beneficios que los bancos centrales obtienen al operar con deuda griega y emitir así mayor cantidad de letras del Tesoro a un corto plazo.

Deuda e inversión

Las medidas sobre el sector financiero y sobre la deuda e inversión son las principales concesiones que el eurogrupo ha otorgado a Grecia, medidas con las que Tsipras intentará justificar el pacto y dar confianza a sus ciudadanos respecto al acuerdo.

En este, los socios mencionan por escrito y por primera vez, la posibilidad de una reestructuración de la deuda; eso sí, se excluye explícitamente la quita de la misma. Sólo se podrá plantear una ampliación de los plazos de pago y unos mayores períodos de gracia una vez que Bruselas realice la primera revisión de las reformas pactadas con Grecia.

Inversiones

A cambio del compromiso griego, la Comisión Europea desembolsará 35.000 de euros en un máximo de cinco años con la finalidad de fomentar el crecimiento y el empleo. No obstante, no debemos olvidar que gran parte de ese importe ya estaba pactado previamente bajo los programas comunitarios.

Las reacciones al acuerdo no se han hecho esperar: dos altos cargos del Gobierno griego han dimitido mostrando su rechazo a las medidas incluidas en el acuerdo. La viceministra de Finanzas griega, Nadia Valavani, critica las “medidas inútiles” del acuerdo y sostiene que las medidas “conducirán a Atenas a una nueva espiral mortífera”.

Por otra parte, es importante no olvidar que ha sido la primera vez que se ha amenazado a un país con la expulsión del euro, abriendo así una veda y una arma a utilizar cuando se avecinen tensiones y problemas, arma que había sido tabú hasta el momento.

De hecho, Alemania insistió en incluir un mecanismo de salida temporal del euro para aquellos países que desafíen las reglas. Según Paul de Grauwe, de la London School of Economics: “El nuevo patrón de comportamiento de la gobernanza económica de la eurozona se acaba de escribir en Bruselas: acepta las normas alemanas o vete”.

Sí, habremos llegado a un acuerdo, pero la historia no ha hecho nada más que empezar.

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