Cada vez es mayor la incertidumbre sobre la próxima reforma fiscal en la que nuestro ministro Cristóbal Motoro nos adelanta una rebaja en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y en el Impuesto sobre Sociedades (IS). Digo “incertidumbre” puesto que, según las últimas noticias, ya no está tan claro que los ciudadanos paguemos menos impuestos, sino que se prevén subidas de otros que compensen la pérdida de recaudación. Pero claro, sobre las bajadas de impuestos es de lo único que le interesa alardear a nuestro Gobierno.
Hace unos días se presentó el Programa de Estabilidad 2014-2017 y el Plan Nacional de Reformas en Bruselas, en el que se garantiza la capacidad de recaudación mediante la ampliación de las bases imponibles además de “otras alternativas”. No es que este programa recoja detalladamente las medidas pero sí que se puede entrever que subirán algunos impuestos.
La bajada en IRPF va a suponer una pérdida de recaudación de unos 5.000 millones de euros y la bajada en Impuesto sobre Sociedades unos 2.600 millones entre 2015 y 2016. No obstante aumentará el consumo y así la recaudación de los impuestos indirectos. Aun así, el Gobierno ha de aumentar otros impuestos para compensar dicha pérdida.
Entre las futuras subidas se plantea incrementar los impuestos medioambientales, siempre que no perjudiquen a la competitividad, aumentos en impuestos especiales y otros indirectos, además de subir a la palestra el Impuesto de Transacciones Financieras, lo que supondría una recaudación de unos 2.076 millones de euros.
También se estudia elevar la imposición sobre la propiedad, por tanto el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) es muy probable que se incremente y formará la mayor parte del incremento de los ingresos de los Ayuntamientos, de unos 1.200 millones, a cambio de una bajada en algún que otro impuesto, como el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales.
Además, de entre las alternativas presentadas en el Programa de Estabilidad se citan “mecanismos de pago por uso de servicios”.
Esperaremos pues a la presentación de la reforma la cual está prevista para el próximo mes de junio, que posteriormente irá a las cortes y que entrará en vigor en 2015. Es entonces cuando veamos si será cierto que favorecerá a las rentas bajas y medias. Aun así, hay quien piensa que antes de las elecciones puede que se anuncie alguna que otra bajada para hacer un poco de demagogia social.
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