El oficio de los estenógrafos

estenógrafa redactando en un juicio

La estenografía, también denominada taquigrafía, es la práctica de transcribir discursos hablados al formato escrito de forma rápida y breve. Para ello, los estenógrafos se sirven de sistemas de escritura taquigráfica que contienen signos que pueden trazarse rápidamente y que representan o letras o sílabas. Aunque estos sistemas de escritura sean fáciles de aprender, escribir en ellos a tiempo real a toda velocidad es un arte que requiere de mucha práctica para dominarlo.

Si bien la profesión del estenógrafo es más cosa del pasado, todavía podemos ver este perfil en algunos edificios oficiales y eventos institucionales. Antes eran una figura común en todos los juicios o actos oficiales, en los que se debía registrar rigurosamente todo lo expresado y acordado por cada una de las partes legales. Actualmente, el protagonismo de la estenografía lo acaparan organismos oficiales como el Senado y el Congreso de los Diputados en su debate. No sabemos cómo evolucionará la profesión de estenógrafo con el avance de la tecnología y la inteligencia artificial.

El estado actual de la estenografía

En primer lugar, un estenógrafo ha de formarse y aprobar un proceso de oposiciones para su puesto, algo de lo que hablaremos más adelante. En general, cabe aclarar que la estenografía, al igual que el resto de trabajos en la contemporaneidad, se ha modernizado y hecho más eficiente. Ya no practican la taquigrafía como tal a lápiz y papel, sino que utilizan un teclado de 21 teclas llamado máquina de estenotipia.

En estas máquinas, los estenógrafos van tecleando todas las palabras que se van pronunciando en el hemiciclo. Pero no lo hacen respetando la ortografía normativa de la escritura, sino que utilizan un sistema propio que les permite escribir palabras enteras con una sola pulsación.

Los sistemas estenográficos

En los sistemas taquigráficos se suprimen sonidos que se parecen entre sí y se uniforman, así como se suprimen completamente otros innecesarios para comprender un texto estenográfico. En este caso, esta concisión se refleja en la configuración de las máquinas estenotípicas en algunos aspectos, como que los sonidos “d” y “t” se fusionen en una letra “T”. Otro ejemplo sería la letra c, que se escribe “k” o “s” según el sonido que represente. Otras letras como la “h” (casi siempre silenciosa) o la “z” (sustituible por la “s”).

Es así como los estenógrafos teclean a la velocidad de la luz y no se les escapa ninguna declaración, por muy extensa que resulte. En comparación con antaño, el sistema de estenografía está mucho más estandarizado para que todos puedan interpretarlo independientemente de los hábitos de cada estenógrafo.

¿Cómo trabaja un estenógrafo?

La labor estenográfica se divide en dos partes:

  • Registro de información
  • Interpretación en despacho

En general, el trabajo de un estenógrafo es bastante intenso. Imagina tener que registrar todo lo que se oye en un debate, con discursos larguísimos, de velocidad variable, de temática muy compleja, todo mientras tecleas a toda mecha simultáneamente.

Además, también deben apuntar cualquier comentario o interrupción de cualquier otro diputado, tener en cuenta otro lenguaje no verbal relevante (gestos, pausas, entonación, etc.), pancartas o símbolos que saquen, etc. El objetivo es que todo conste en el Diario de Sesiones.

Y no es solo un estenógrafo el que trabaja en estos largos y complejos debates, sino un equipo de estenografía al completo. Se van turnando cada cinco minutos debido a la intensidad de la actividad. 

Una vez acaba la sesión, el trabajo de los estenógrafos pasa al despacho de redactores, que traducirán el texto taquigráfico a un documento oficial llamado Diario de Sesiones, que debe publicarse cuanto antes. Este documento debe reflejar con absoluta corrección y fidelidad lo tratado en el Congreso, por lo que los redactores deben verificar que todo quede bien puntuado y escrito. En muchos casos, se mencionarán nombres propios extranjeros, palabras poco comunes, jerga especializada según la temática que se trate…

Requisitos para ser estenógrafo

Como habrás comprobado, la profesión de estenógrafo no es precisamente sencilla. De hecho, ya puedes inferir que exige mucho esfuerzo cognitivo. Más allá de las destrezas personales, los requisitos básicos para acceder a esta profesión son tener la nacionalidad española, haber cumplido la mayoría de edad y estar en posesión de un título universitario. Un estenógrafo gana alrededor de 3000 euros mensuales.

¿Te estás planteando opositar para estenógrafo? Esto es lo que se exige de un estenógrafo:

  • Habilidad de escritura rápida: Ser capaz de transcribir a alta velocidad es esencial para capturar la palabra hablada en tiempo real, ya que los estenotipistas trabajan en eventos como juicios, sesiones parlamentarias, y otros actos que requieren la redacción inmediata de lo que se dice.
  • Conocimiento de taquigrafía o estenotipia: Debería tener conocimientos sólidos en el sistema de taquigrafía o estenotipia, preferiblemente del oficial que utilicen en cada institución.
  • Manejo de máquina estenotípica: Ser capaz de utilizar la máquina de estenotipia, que en este caso tiene solo 21 teclas. Esto implica comprender cómo están distribuidas las teclas y cómo utilizarlas eficientemente para transcribir palabras y frases.
  • Atención y concentración: Dada la naturaleza de su trabajo, los estenotipistas deben tener una atención aguda y la capacidad de concentrarse durante períodos prolongados para no perder detalles importantes.
  • Conocimientos fonéticos: Tener un buen oído y la capacidad de entender cómo suenan las palabras para reflejarlas en la escritura estenográfica. 
  • Memoria fotográfica: Poder recordar rostros y detalles importantes durante las sesiones para identificar correctamente a los oradores.
  • Conocimientos generales y cultura: Dado que los estenotipistas pueden enfrentarse a temas diversos, es beneficioso tener un alto nivel de cultura general y conocimientos sobre diversos temas, como medicina, minería, energía eólica, entre otros.
  • Habilidades de redacción: Desarrollar habilidades de redacción para convertir el lenguaje oral en un documento escrito coherente y preciso.
  • Adaptabilidad a cambios tecnológicos: Dada la evolución de la tecnología, los estenotipistas deben ser capaces de adaptarse a cambios en las herramientas utilizadas.

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