Cuando las empresas necesitan financiación pueden recurrir a la emisión de empréstitos. El empréstito es uno de los mecanismos de financiación más utilizados por instituciones y corporaciones cuando necesitan grandes cantidades de dinero.
¿Qué es un empréstito?
El empréstito es una forma de captación de recursos ajenos por parte de empresas y corporaciones, así como del estado, emitiendo bonos, obligaciones, pagarés, etc., que el público en general suscribe como medio de inversión de sus ahorros y capitales.
Las empresas logran así préstamos a medio y largo plazo con los que financiar nuevas inversiones, para atención de tesorería. Los inversores, a su vez, consiguen un interés como remuneración de esa inversión.
¿Cómo funciona un empréstito?
Cuando una empresa requiere financiación a largo plazo en una cuantía importante, puede ocurrir que esta le sea denegada por los bancos, ya que la concesión de un préstamo de este tipo a un solo cliente supone una concentración de riesgo muy alta para las entidades financieras.
En este caso, la empresa puede decidirse a emitir un empréstito de obligaciones, consistente en dividir la financiación total necesaria en unas partes alícuotas denominadas obligaciones. Las obligaciones son adquiridas por los inversores. En principio:
La emisión de obligaciones se rige por el artículo 401 del RD Legislativo 1/2020 por el que se aprueba la Ley de Sociedades de Capital. Las sociedades de capital podrán emitir y garantizar series numeradas de obligaciones que constituyan financiación ajena a largo o a corto plazo con terceros.
Valor del empréstito = Número de obligaciones x Valor nominal
Posteriormente, la sociedad deberá devolver la cantidad recibida y los intereses pactados mediante el sistema de amortización que se determinó en las condiciones de emisión del empréstito.
De forma más rigurosa podríamos definir un empréstito como una operación de amortización donde el capital prestado se divide en un número generalmente muy elevado de operaciones de préstamo que se van reembolsando de acuerdo con un plan general y unitario de amortización y en el que todas las operaciones tienen a priori condiciones financieras equivalentes.
Las partes alícuotas en que se divide la operación de amortización global se materializan en títulos valores que pueden ser negociables y que reciben denominaciones diversas (obligaciones, bonos, bonos de caja, bonos de tesorería, etc.) aunque todos ellos tienen un planteamiento financiero equivalente y de forma genérica suele calificarse a todos ellos como obligaciones.
Características del empréstito
El empréstito está formado por un conjunto de préstamos que tienen las siguientes características:
- son préstamos simultáneos a corto, medio o largo plazo.
- son préstamos de igual cuantía
- son préstamos homogéneos (las condiciones de la operación están valoradas con la misma ley financiera para todos ellos).
- son préstamos amortizables a priori con idéntica contraprestación, es decir, a priori, todas las obligaciones tienen la misma probabilidad de recibir una contraprestación determinada, lo que sucede es que posteriormente existirá algún caso particular en que no reciban todas los mismos flujos de caja por parte del emisor.
Los obligacionistas son los prestamistas múltiples de la operación, mientras que el emisor del empréstito es el único prestatario que aparece en la misma. Junto a estos dos agentes conviene también señalar la participación en el proceso de un intermediario financiero que es quien canaliza y hace coincidir los intereses y deseos de la sociedad que emite el empréstito y de los ahorradores que desean rentabilizar su dinero invertido
Semejanzas entre Préstamo y Empréstito:
- Ambos son financiación ajena a medio o largo plazo.
- Ambos son pasivo exigible.
- Ambos pagan un tipo de interés fijo.
¿Qué diferencia hay entre un préstamo y un empréstito?
La principal diferencia es que el préstamo lo concede un banco, y el empréstito el público en general (los ahorradores particulares).
Tipos de empréstitos
Los empréstitos de obligaciones pueden clasificarse atendiendo a diferentes criterios no excluyentes entre sí.
- Según la modalidad de préstamo que representa la obligación:
- Obligaciones americanas.
- Obligaciones simples.
- Obligaciones al descuento.
- Obligaciones con intereses anticipados.
- Obligaciones con intereses acumulados.
- Obligaciones con amortización progresiva (o amortizables por reducción de nominal).
- Por la forma de reembolso de los títulos:
- Reembolso simultáneo.
- Reembolso no simultáneo (amortización escalonada o por sorteo).
- Por la existencia de garantías:
- Obligaciones simples.
- Obligaciones garantizadas.
- Por la existencia de características comerciales:
- Empréstitos puros.
- Empréstitos con características comerciales.
- Por la posibilidad de cálculo del coste o rendimiento de la operación:
- Empréstitos predeterminados.
- Empréstitos posdeterminados.
Ejemplo práctico
Una gran empresa necesita financiación por valor de 600 millones. Esta empresa contacta con tres bancos, X, Y y Z, que acceden a darle financiación por valor de 350, 150 y 100 millones y con un interés del al 6%, 5% y 4% respectivamente.
A su vez, estas entidades deciden dividir la deuda y establecer títulos de un millón cada uno, por lo que se pondrán en circulación en el mercado 600 títulos a un interés del 3%, 4% y 6% de los bancos X, Y y Z respectivamente.
El banco X obtendrá una ganancia bruta del 3%, el banco Y un margen del 1% y el banco Z un margen del 2%.
Es una buena operación, ya que los empréstitos suelen basar su solvencia en la calidad y prestigio de la institución, y además son las entidades emisoras las que responden al impago de la deuda y están obligadas a devolver el capital a su inversores.
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