El procurador: el enlace entre abogado y juzgado

Procurador firmando un documento.

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21/09/2022

¿Conoces en profundidad a qué se dedica un procurador? ¿Lo confundes con la figura del abogado? Si eso es así, no te preocupes, ya que en INEAF te vamos a presentar detenidamente a este profesional, hablando de lo qué hace y de su trabajo. Además, en el caso de que te quieras convertir en un procurador, te daremos las pautas a seguir para convertirte en ese profesional que deseas ser. 

Para llegar a ser un procurador en España es obligatorio que dispongas del título de Derecho, obtenido a través de una universidad pública. Y es que esta figura es obligatoria en ciertos trámites judiciales, por lo que es normal que se le demande una mínima formación. Por otro lado, y como dato curioso, cabe destacar de que en países como Alemania o Colombia todo el peso recae sobre el abogado, que acoge las funciones propias de este profesional. 

¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo! 

¿Qué es un procurador? 

En términos generales, un procurador es ese profesional que se encarga de la representación procesal de una persona en un juicio. Básicamente, trabaja para presentar y seguir los escritos que redacta un abogado, para comprobar que los plazos se cumplan de forma correcta, además de pagar en sede judicial, de gestionar las tasas judiciales o de recibir las notificaciones del juzgado. Como ves, muchas de sus tareas son de un carácter administrativo. 

Se puede decir que el procurador es ese intermediario entre el juzgado y el abogado, ya que lleva al día todos los documentos necesarios y, en cierto modo, se responsabiliza de los trámites, notificaciones y citaciones. De esta manera, podemos llegar a la conclusión de que busca la mejor solución para el caso y, además, garantizar que el proceso sea lo más rápido posible. 

A lo mejor puedes llegar a pensar que el procurador y el abogado son enemigos, pero la realidad es totalmente contraria. Estos dos profesionales trabajan totalmente en equipo. Por ejemplo, un abogado deja una documentación que es necesaria presentar en el juzgado, por lo que recurre a un procurador, que se encarga de llevarla y hacer el trámite de forma correcta. De esta manera, entre estos dos actores llevan adelante cualquier asunto legal de una persona u organización. 

¿En qué se diferencian un abogado y un procurador? 

Forman un equipo, ¿pero no tienen funciones muy parecidas? ¿Qué hacen estos dos profesionales juntos en un juicio? La principal diferencia entre uno y otro radica en que el abogado ejerce la defensa de los derechos del cliente y actúa como asesor y el procurador se encarga de la representación y de la organización de toda la documentación y las notificaciones. 

En un hipotético caso, un abogado podría asesorar a una persona en la resolución de un conflicto, mientras que el procurador se encargaría de llevar al día toda la documentación y de representar al cliente en cuestión en los juzgados. Como hemos dicho, aunque suene redundante, el procurador es el intermediario en todo momento entre los distintos actores del proceso. 

¿Y un procurador podría hacer también las funciones de un abogado? No, ya que son profesiones incompatibles. Ni el abogado puede suplir al procurador, ni al revés. Otras de las diferencias radican en los honorarios, puesto que los del procurador están regulados, mientras que los del abogado se pueden pactar de forma libre e independiente. 

¿Qué funciones lleva a cabo este profesional? 

¿Qué hace un procurador en los tribunales? En España, las funciones de un procurador no son las mismas para todos los casos, aunque sí que tienen tareas comunes. A continuación, pasamos a enumerarte en qué consiste el trabajo de un procurador y cuáles son sus principales tareas: 

  • Representación procesal de los clientes ante los Juzgados y Tribunales. 
  • Pago de las tasas judiciales. 
  • Recepción y remisión de notificaciones. 
  • Cómputo de plazos y vencimientos. 
  • Elaboración de escritos. 
  • Tramitación de oficios, mandamientos y exhortos. 
  • Publicación de edictos y anuncios oficiales en los Boletines Oficiales. 
  • Diligencias de notificación, emplazamiento y citación a la parte contraria. 
  • Realización de todas las gestiones necesarias para el buen desarrollo del proceso judicial. 

Tipos de poder que puede tener 

Existen ciertos tipos de poderes que puede tener un procurador para representar a las personas. Eso sí, cabe destacar que, aunque se pierda un pleito, el procurador deberá de recibir su pago. 

  • General: el ciudadano otorga al procurador un poder para todos los procesos, tanto civil como penal. 
  • Especial: aquí solo le da un poder para un determinado ámbito. 
  • Especialísimo: el ciudadano le da al procurador un poder para un asunto procesal en concreto. 

Casos en los que el procurador no es obligatorio 

Otro aspecto que se debe tener en cuenta es el siguiente, ya que el procurador no es obligatorio en todos los procesos. Existen algunos en los que no es necesario traspasar ese poder al procurador para que represente a una determinada persona. De esta manera, las personas físicas pueden representarse a sí mismas, ya que no son proceso realmente complejos y complicados. 

Estos casos en los que no hace falta acudir a este profesional son: 

  • Juicios verbales cuya cuantía no supere los 2.000 euros. 
  • Petición inicial de procedimientos monitorios. ¿Sabes cuáles son? En los que se reclaman deudas en dinero por cualquier importe. 
  • Los recursos en favor de los consumidores no requieren abogado ni procurador. 
  • Juicios universales. 
  • Actos de conciliación. 
  • Jurisdicción laboral. 

En INEAF apostamos por una formación exigente y de calidad, ya que a los profesionales del ámbito jurídico se le exige una profesionalidad incontestable. Por ello, aunque para ser procurador únicamente tengas que superar el Grado de Derecho en una universidad y colegiarte, te animamos a que sigas adquiriendo conocimientos y mejorando tu perfil profesional. 

Para ello, te dejamos nuestro Curso Experto en Cumplimiento Normativo de las Personas Jurídicas. ¡No lo dudes! Estos profesionales se encuentran todo el día entre despachos y tribunales, por lo que necesitan mantener su expertise lo más actualizado posible. ¡No te quedes obsoleto! ¡Avanza al mismo ritmo que la sociedad! 

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