Todos sabemos que el día 20 de septiembre es el día en el que oficialmente termina el verano. No obstante las vacaciones para el asesor fiscal ya han finalizado. En julio, nos centramos en presentar y planificar los impuestos del segundo trimestre sumándose la presentación del Impuesto sobre Sociedades y las Cuentas Anuales, yéndonos de vacaciones en Agosto con una doble sensación. Por un lado dejamos todo el trabajo urgente hecho, pero por otro lado, nos quedamos con la sensación de que aún quedaban cosas pendientes por hacer.
Llega septiembre y tenemos varios frentes abiertos. Los principales son los siguientes.
Tercer Trimestre
Debemos empezar a preparar los aspectos formales del tercer trimestre fiscal y realizar las operaciones necesarias para poder proporcionarle a nuestro cliente el mayor ahorro fiscal posible en cuanto a IVA se refiere, puesto que las retenciones no nos dejan margen de maniobra.
Planificación Cierre fiscal
Aunque suene demasiado precipitado, septiembre es el mes idóneo para realizar una fotografía del estado en el que se encuentran las empresas a las que asesoramos. En el primer trimestre tenemos el cierre del IVA anual del año anterior con la presentación de los modelos 390 y 347 solapándose con los impuestos del primer trimestre. En el segundo se nos junta el Impuesto sobre Sociedades y las Cuentas Anules con el IVA y las retenciones.
En el tercer trimestre sin embargo, el único plus añadido a las obligaciones fiscales ordinarias es el segundo pago fraccionado a efectos del Impuesto sobre Sociedades, por lo que podríamos considerarlo un trimestre tranquilo. Esto nos permite disponer de tiempo para realizar la planificación fiscal de cara al cierre del año contando con que el ejercicio económico está lo suficientemente avanzado como para hacer una previsión bastante aproximada.
- En el Impuesto sobre el Valor Añadido, podemos ir calculando el porcentaje definitivo de prorrata que podemos llegar a tener que será el mismo con el que comenzaremos en 2016. Esto nos servirá para adelantar o diferir diferentes inversiones que queramos realizar.
- En el Impuesto sobre Sociedades, podemos ir viendo cómo queda nuestro resultado contable, y pudiendo aplicar los incentivos fiscales recogidos en la nueva reforma fiscal, la cuota íntegra resultante del mismo, para así ver qué medidas podemos adoptar.
- A efectos mercantiles, y con el resultado contable aproximado, podemos visualizar un posible reparto de dividendos para los socios, o bien cualquier tipo de inversión que mejore la productividad y rentabilidad de la empresa.
Como vemos la tarea del asesor fiscal no se centra en la pura gestión, pudiendo aportarles a la empresa un valor añadido. Simplemente es necesario una buena organización y tener claro los objetivos que queremos conseguir dejando en el camino aquellas tareas que nos retrasen y que no aporten nada al cliente. Es por ello que este mes, con energías renovadas, podemos realizar una gran planificación fiscal que nuestro cliente sabrá valorar.
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