Según datos de la Seguridad Social y la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, se han producido un total de 421.822 altas en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos, lo que supone un crecimiento comparativo con los siete primeros meses del pasado año de un 17,7%.
Por otro lado, se han producido 403.583 bajas de autónomos, un 9,4% más que en el mismo período de 2012.
En términos netos, el crecimiento de autónomos ha sido de 28.688 personas más que en 2012, lo que significa que a pesar del gran número de bajas, las altas se han disparado logrando compensarlas.
Este hecho pone de manifiesto que las medidas adoptadas para el fomento de la figura del emprendedor están dando resultado, pero por otro lado cabe preguntarse si dichas medidas son sostenibles, puesto que siguen dándose de baja un gran número de “antiguos” emprendedores.
En mi opinión, estos datos no dan toda la información que se requiere. Lo que quiero decir, es que este crecimiento tan llamativo no refleja la realidad del asunto, y es que de esas 421.822 altas no se sabe cuántas de ellas serán de “calidad” y tendrán una verdadera proyección, porque a mi entender y en referencia a un artículo publicado en esta tribuna -“¿Burbuja Emprendedora?”-, esta explosión de autónomos se está inflando demasiado.
Este término de “burbuja emprendedora” viene de una analogía con otras “burbujas”, como la inmobiliaria o la “punto com”, y a efectos comparativos me va a servir de trampolín para dar una opinión al respecto.
Nunca me cansaré de decir que tanto los bancos como los ciudadanos tenemos culpa de la crisis inmobiliaria, pero esta culpa es consecuencia de una liberalización sin conciencia económica ni social. Dicha conciencia debe ser inculcada por nuestros dirigentes, que tan demagógicamente presumen de buscar el bienestar de la sociedad sin discriminación alguna.
Me explico. Por un lado, están los bancos, que como cualquier otra sociedad lo que quiere es vender, y venderá a toda costa. Por otro lado, están los ciudadanos, que en su mayoría, y sin conocimiento de qué están rubricando, firman un papel en el que leen cosas como tipo de interés efectivo, tasa anual equivalente (TAE), Euribor +2, amortización de capital, tipo de interés variable, etc. Una serie de términos que no comprendían y que nunca creyeron que iban a desencadenar una situación de completa desesperación como la actual. Sólo entendían que con firmar, tendrían una casa, un coche y un garaje. Esto no hubiera ocurrido si el gobierno hubiese intervenido no permitiendo que se concedieran prestamos e hipotecas a cualquiera persona con nómina, sin aval, y endeudándose por encima de sus posibilidades, con hipotecas de hasta 70 años.
Pues bien, tras este rodeo por el “cementerio del ladrillo”, volvemos al tema que nos ocupa. La puerta abierta que se está dejando para todo el que quiera emprender puede desencadenar circunstancias parecidas a la de la crisis inmobiliaria. Se debe tener un control sobre este tipo de empresas, de lo contrario puede ocasionar otro agujero en la deuda pública y privada. Tenemos que ser conscientes de que deben crearse empresas para fomentar la economía y el empleo, pero sobre unas bases sólidas y con modelos de negocio viables. Siempre existe el riesgo, pero no es lo mismo escalar una montaña con arnés que sin él.
“Deben crearse empresas sobre unas bases sólidas y con modelos de negocio viables”
Creo que detrás de este “boom” de emprendedores debe haber formación e información y por lo tanto también hay que estimular la educación, la investigación y siempre enseñar las dos caras de la moneda, informando de los riesgos que acarrea el hecho de ser propietario de una empresa y gestionarla.
Dejando constancia de mi opinión sobre el mercado inmobiliario, no auguro un futuro seguro para esta explosión emprendedora que, en gran medida deja el futuro al azar. A pesar de esto, no hay que olvidar que la creación de pequeñas y medianas empresas ha levantado nuestro país en más de una ocasión y es, sin lugar a dudas, una de las vías que conducen a la estabilidad económica, pero espero que esta vez nuestros dirigentes sepan dónde están los límites, y estén controlando verdaderamente las medidas que han tomado.
agosto 19th, 2013
Muy buenas. No podría estar mas de acuerdo con Jaime, no se pueden conseguir las cosas por todos los medios. El camino debe ser solido, transitable y seguro. Apostemos por un emprendimiento eficaz! Que no nos pase lo mismo con el ladrillo.
Un saludo
agosto 22nd, 2013
Buenas, yo también estoy de acuerdo, en España no medimos las consecuencias y por supuesto creo que todo lo que es llevado al extremo, pienso que no es bueno…así que debería de haber más control para que no volvamos a caer en lo mismo