Era previsible. La negativa a la prórroga de la vigencia del rescate por parte del Eurogrupo ha precipitado al Gobierno Griego a un corralito en el país. Los bancos permanecerán cerrados hasta el 6 de julio y sólo podrán retirar sesenta euros diarios en efectivo, período que podrá acortarse o extenderse por decisión del Ministerio de Finanzas.
Pero, ¿qué implica un corralito en Grecia? Los principales efectos de esta política de control de capitales son los siguientes:
- El primero y más relevante, tal como hemos comentado, los bancos griegos permanecerán cerrados hasta el 6 de julio inclusive (el día siguiente a la celebración del referéndum que puede implicar la salida de Grecia del euro).
- Los cajeros funcionarán un máximo de 12 horas diarias.
- Se establece un límite máximo de 60 euros diarios por tarjeta y cuenta en las retiradas de efectivo. Si una cuenta bancaria tiene dos titulares con una tarjeta para cada uno de ellos, se establece un límite de 120 euros, 60 por cada uno de los titulares.
- Permanecen ilimitados los pagos con tarjetas de débito, crédito o prepago siempre que se produzcan en el territorio nacional (eso sí, con los límites que el titular estableció con el banco cuando contrató la tarjeta). En el caso de las tarjetas prepago, cuando se consuma el crédito no podrán recargarse ni emitirse nuevamente.
- Permanecen ilimitadas las transferencias electrónicas dentro del país.
- El pago de las pensiones no está sujeto a las restricciones bancarias. Cada banco anunciará la forma de pago de éstas y las sucursales se abrirán exclusivamente a tal efecto.
- Los salarios se podrán pagar siempre que se realicen a través de transferencia electrónica a una cuenta bancaria.
- Permanecen ilimitadas las retiradas de efectivo de los turistas siempre que las tarjetas de crédito estén expedidas fuera de Grecia.
- Se prohíben las transferencias al extranjero. Se crea un comité de aprobación especial de bancos que se encargará de examinar toda solicitud de transacción con el extranjero y sólo se permitirán aquellas que se consideren necesarias para el “interés público” (facturas médicas y compra de medicamentos especialmente).
- El pago de facturas, préstamos e hipotecas deberá tramitarse también a través de vía electrónica.
- Permanecen ilimitadas todas las transacciones a cargo del Estado.
Viendo las implicaciones del corralito griego es inevitable recordar el corralito acontecido en 2001 en Argentina. Aunque sí hay ciertas semejanzas como la falta de confianza externa, el malestar social, la salida de depósitos y el aumento de desempleo y pobreza, es imprescindible tener en cuenta la existencia de diferencias importantes como el efecto globalizador de la crisis griega generado por la pertenencia del país a la Unión Europea y al euro y el posible efecto dominó que puede ocasionarse.
Las reacciones no se han hecho esperar. La Comisión Europea ha afirmado en un comunicado sobre las medidas de control de capitales que “mientras que la imposición de medidas restrictivas parecen necesarias y proporcionadas en este momento, el libre movimiento de capital necesita, sin embargo, ser reinstaurado tan pronto como sea posible en el interés de la economía helena, la Eurozona y el Mercado Común Europeo como un todo. (…) La Comisión está lista para asistir a las autoridades griegas con los aspectos técnicos de este trabajo”.
Por último, el FMI instaba a Grecia a pagar 1.5000 millones de euros antes de la pasada medianoche. Como era de esperar, Grecia no ha realizado dicho pago, y se ha declarado así “en mora” con el fondo convirtiéndose en el primer país occidental desarrollado en ingresar en la lista de morosos del organismo.
El país heleno, solicita volver a negociar sin el FMI en la mesa para poder optar a un tercer rescate con una restructuración de la deuda. El Eurogrupo ha denegado dicha demanda, y afirman que no negociarán hasta después del referendúm.
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