En estos tiempos que corren, donde se pretende adoptar la cultura del “emprendedor”, resulta ser que no es tan fácil emprender.
Un estudio reciente del Banco Central Europeo, muestra que, en España, existe una gran dificultad para que las empresas consigan financiación, además de hacerlo a un coste superior que en otros países europeos. Por tanto, primer problema para el emprendedor, obtener financiación. Ante el desconocimiento de algunos emprendedores para financiarse, en este artículo vamos a dar algunas pinceladas claves para hacer que nuestro proyecto resulte atractivo para los inversores, ya que la financiaci
Los inversores son quienes aportan dinero para hacerse socios del negocio cuando éste es pequeño y tiene mucho riesgo. De esta manera, pueden rentabilizar su inversión si el negocio resulta exitoso. Estos inversores tendrán en cuenta si se trata de un negocio con potencial, si existe un equipo fiable el cual llevará a cabo la labor y por supuesto la rentabilidad que le aportará invertir en el proyecto.
¿Cómo plasmar esta idea? Se trata de elaborar lo que todos conocemos como “Plan de Negocio”. En este plan se deberá de identificar, describir y concretar de manera detallada la idea, examinar su viabilidad técnica, comercial y financiera y se han de planificar las estrategias a seguir y sus recursos. Con este Plan de negocio el emprendedor dispondrá de una herramienta para analizar y planificar su proyecto, conocerlo mejor, identificando sus debilidades y amenazas. Así pues, este plan contiene las claves que supondrá la “carta de presentación” ante el deseado inversor que necesitamos.
¿Cómo trasmitir la idea al inversor para convencerle? Normalmente este proceso de divide en tres fases: discurso de venta, resumen ejecutivo y presentación.
El discurso de venta se aconseja que no supere el minuto, por tanto ha de estudiarse minuciosamente el contenido del mismo y sus palabras. En este discurso se han de tener claros los siguientes puntos: cliente objetivo, problema a resolver, solución e inversión buscada. Si este discurso ha resultado exitoso y el inversor quiere conocer más sobre nuestro proyecto pasaremos a la siguiente fase, el resumen ejecutivo.
Este resumen, no superior a una hoja, desarrollará puntos como el negocio, tipo de productos, mercado, competencia, potencial de ventas y equipo.
Por último y una vez que su futuro inversor siga pensando que nuestra idea es buena pasaremos a una presentación más amplia de nuestro proyecto. La manera más fácil es una presentación de PowerPoint. Existen miles de formas de hacer una presentación, pero Guy Kawasaki, inversor, empresario y evaluador de proyectos ha propuesto una regla muy sencilla: la regla 10/20/30.
- 10 diapositivas: la mayoría de las presentaciones se pueden organizar en 10 diapositivas con el siguiente contenido: problema, solución, modelo de negocios, tecnología que lo hará posible, planes de marketing y ventas, competencia, equipo, proyecciones de ventas y fechas significativas, el estado del proyecto y por último una pequeña recopilación.
- 20 minutos: no se trata de elaborar una prestación larga y aburrida sino que se ha de dejar tiempo para un posible debate donde los inversores probablemente tengan preguntas que hacer.
- 30 puntos: el gran Guy Kawasaki establece que el tamaño de la letra ha de ser de 30 puntos. Nada de letra pequeña y abundante texto sino que se aconseja la utilización de gráficos, poco texto y tamaño de fuente grande.
Una vez que nuestro inversor está convencido de que nuestra idea es la mejor es ahora cuando negociamos con él la rentabilidad que le reportará invertir en nuestro proyecto y nunca en las fases anteriores. La rentabilidad debe ser aproximada, entre un intervalo, y dependerá de la proyección de los flujos de caja, de la inversión y del riesgo percibido por el inversor.
Estas son unas cuantas claves para convencer a los inversores para que confíen en nuestra idea. Pero recuerde que no todos los inversores son iguales y que buscar financiación no es fácil, por tanto, cuanto más preparado estés más fácil será esta tarea.