El mercado inmobiliario sigue en caída libre. Si atendemos a los datos del Consejo General del Notariado sobre la compraventa de viviendas, se registró una caída interanual en enero del 26,8 por ciento.
Esto se traduce en un descenso del precio de la vivienda libre en un 0,8% en el primer trimestre del año, de forma que cerró el pasado mes de marzo en 1.519 euros por metro cuadrado, según datos del Ministerio de Fomento.
De esta forma, el precio medio de la vivienda libre acumula un ajuste del 22,4% desde el primer trimestre de 2009, en los inicios de la crisis. En el caso de los pisos de menos de dos años, la contracción acumulada es del 19%, y la de los más antiguos del 23,1%.
Estos datos concuerdan, aproximadamente, con las estimaciones del anterior Gobierno al explotar la burbuja inmobiliaria. La entonces Ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, del ejecutivo de Zapatero, predijo un descenso en el precio de la vivienda de entre el 30% y el 50%, argumentando que cuando esta bajada se produjese, el mercado inmobiliario se reactivaría.
Algo que, evidentemente, no se va a cumplir. Si añadimos a la disparatada tasa de desempleo, la eliminación de la deducción por compra de vivienda habitual o la falta de acceso al crédito de las familias: las entidades financieras no están dando facilidades para la concesión de préstamos hipotecarios, salvo que sea para sus propias viviendas en stock.
Una medida que tomó el ejecutivo para fomentar la compra de vivienda, fue mantener el IVA “superreducido” al 4% en la adquisición de la vivienda habitual. Algo que no sirvió para aumentar la compra de viviendas y que, además, ha sido suprimido.