Apalancamiento financiero: ¿En qué consiste?

apalancamiento financiero

El apalancamiento financiero es una herramienta mucha más utilizada de lo que en principio se puede pensar. En cierto sentido podemos decir que son muchas las personas que lo han utilizado sin ni siquiera saberlo.

Podemos entender (de una manera simplista) el apalancamiento financiero como el endeudamiento que se asume para aumentar la cantidad de dinero de cara a una inversión.

En este sentido, si hablamos de personas físicas, el apalancamiento financiero lo podemos encontrar en una operación tan sencilla como es una hipoteca. A la hora de adquirir un inmueble, su futuro propietario va a tener que aportar capital propio (sus ahorros) y capital ajeno (el préstamo concedido por el banco).

Pero para hablar de apalancamiento financiero se deben dar tres circunstancias: aportación de fondos propios, aportación de fondos ajenos y rentabilidad de la inversión en el tiempo. Por ello el concepto de apalancamiento es mas usual a la hora de hablar de la financiación en las personas jurídicas o empresas.

Fuentes de financiación de la empresa.

Tal como comentamos en nuestra formación, el punto de partida para determinar el apalancamiento financiero es distinguir las fuentes de financiación de la empresa.

Cuando una sociedad tiene la necesidad de realizar una inversión deberá buscar las diferentes opciones de financiación para llevarla a cabo.

La primera opción es acudir a sus ahorros y destinarlos a la misma. Hablamos de empresas que cuentan con dinero efectivo para hacer frente a sus inversiones sin necesidad de ningún tipo de financiación. Este caso se dará solo para inversiones de escasa entidad y en ocasiones muy determinadas. No es habitual que la sociedad cuente con liquidez de sobra para realizar inversiones pues esta normalmente se destina al pago de las obligaciones más inmediatas.

En caso de no tener ahorros (o estos no ser suficientes) la sociedad deberá optar por la segunda opción que será buscar financiación de terceros pudiendo hacerlo de dos maneras: propia y ajena.

Financiación propia

Se trata de financiación proporcionada por los propietarios de la empresa. No genera coste financiero para la empresa ya que no habrá que devolverla ni pagar intereses.  Se fundamenta en dos partidas: capital social y autofinanciación.

  • Capital social

Nos referimos a las aportaciones de los socios, tanto en el momento de la constitución de la sociedad como en posibles ampliaciones de capital posteriores.

  • Autofinanciación

Es la que obtiene la empresa a través del beneficio neto de cada ejercicio, aquel que no se reparte entre los socios y se pone a disposición de las necesidades del negocio. La autofinanciación está compuesta por las reservas, las amortizaciones y las provisiones.

  • Reservas: beneficios no distribuidos por la sociedad (financiación interna). Pueden ser legales (las exige la Ley de Sociedades de Capital), estatutarias (marcadas por los estatutos de la empresa) y voluntarias (decisión de la empresa).
  • Amortizaciones
  • Provisiones

La financiación propia se determina por las siguientes características:

  • Forma el Patrimonio Neto del balance de situación de la sociedad.
  • Se considera una financiación a largo plazo no exigible.
  • No supone para la empresa un coste explícito al no soportar gastos financieros.
  • Está libre de obligaciones contractuales
  • Al no tratarse de un endeudamiento, puede suponer para la empresa un mayor nivel de autonomía y más solvencia
  • Su parte negativa es que se trata de una financiación insuficiente en etapas de desarrollo, crecimiento o expansión.

Financiación ajena

Hablamos de financiación ajena cuando los fondos son prestados por entidades o personas ajenas a la sociedad. Al tratarse de fondos prestados deberán ser devueltos junto a los intereses pactados.

La financiación ajena, al contrario que la propia, podrá ser a corto o a largo plazo dependiendo del tiempo que se tenga para su devolución.

  • Financiación ajena a largo plazo.

El plazo para su devolución es más de un año y son varias las formas en que se presenta.

  • Préstamos con entidades financieras
  • Operaciones de leasing y renting
  • Emisión de empréstitos (obligaciones y bonos) para captar fondos en los mercados secundarios
  • Financiación ajena a corto plazo
  • Préstamos a corto plazo
  • Crédito comercial
  • Descuento comercial
  • Factoring
  • Confirming

La financiación propia se determina por las siguientes características:

  • Forma el Pasivo exigible del balance de situación de la sociedad.
  • Puede ser una financiación tanto a corto como a largo plazo.
  • Supone para la empresa un coste explícito al soportar gastos financieros.
  • Está expuesta a las condiciones del mercado siendo importante diversificar las fuentes para evitar riesgos.

El apalancamiento financiero

Ante la duda de qué tipo de financiación debe utilizar una sociedad podemos comenzar afirmando que a primera vista puede parecer que la financiación propia es la ideal al no suponer un coste y debería ser la que más peso tuviera.

Sin embargo, si la empresa decide crecer y no tiene fondos propios suficientes, para no coartar las posibilidades de crecimiento es necesario contar también con recursos ajenos.

En este sentido conviene estudiar lo que es el apalancamiento financiero antes de tomar una decisión.

El apalancamiento financiero se refiere al efecto palanca que la sociedad puede obtener de su capital al utilizar fondos prestados, es decir, endeudarse. El apalancamiento financiero se considera como una herramienta que nos va a permitir mejorar la situación económica de la empresa al tratarse de una forma de inversión que limita los riesgos. Para hablar de apalancamiento financiero no basta con el hecho de que exista una aportación de capital propio más un crédito, sino que se necesita que el objetivo sea una inversión rentable en el tiempo.

El requisito de la rentabilidad prevista es indispensable para hablar de apalancamiento financiero. Esto es lo que lo diferencia de un crédito ya que el fin perseguido con el apalancamiento es obtener rentabilidad con los fondos prestados. (un crédito no tiene por qué buscarlo).

Ventajas e inconvenientes del apalancamiento

A priori podemos pensar que esta herramienta nos va a permitir conseguir una rentabilidad con un dinero que no es nuestro y además minimizar los posibles riesgos de la inversión. Pero también debemos tener en cuenta que esta operación supone el pago de unos intereses, lo que hace que debamos tener en cuenta ventajas, pero también inconvenientes del apalancamiento.

Entre las ventajas anotamos:

  • La aportación será compartida entre nuestros fondos y los ajenos por lo que podemos hacerla sin contar con toda la inversión.
  • También serán compartidos los riesgos.

Por su parte los inconvenientes pueden ser:

  • Los intereses se deberán pagar, aunque la operación no consiga la rentabilidad esperada.
  • Es posible incurrir en pérdidas si finalmente la operación fracasa. Si la operación es de alto riesgo, incluso podemos hablar de insolvencia.

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