Liberland, un nuevo país donde pagar impuestos será voluntario

liberland - INEAF

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18/05/2015

Sí, han leído bien, tenemos nuevo país o, por lo menos un proyecto de ello. Se trata de la República Libre de Liberland, una nación cuya extensión son apenas siete kilómetros cuadrados ubicada en la orilla occidental del Danubio entre Croacia y Serbia y que fue autoproclamada como estado hace poco más de un mes.

Un político liberal checo, Vit Jedlicka, se aprovechó de una disputa territorial entre Croacia y Serbia que convertía este territorio en tierra de nadie para proclamar el 14 de abril la República de Liberland. La declaración ya ha sido remitida a Serbia y Croacia, la ONU también ha recibido una copia y se espera que todos los demás países del mundo reciban una notificación formal a lo largo de los próximos meses.

Efectivamente, como bien pueden deducir, este político ha utilizado un terriliberland - INEAFtorio propiedad de nadie para levantar su propio país. Su lema es “vive y deja vivir” y tienen intención de convertirlo en uno de los principales paraísos fiscales a nivel mundial. De hecho, el presidente de Liberland asegura que no “robará” el dinero a sus ciudadanos, considerando el pago de impuestos como algo de carácter voluntario y opcional.

Según el mismo Jedlicka, Liberland “pretende ser un paraíso fiscal. Tenemos claro que muchos países se han convertido en auténticos infiernos fiscales, hay mucha gente que está harta de perder casi todo su dinero pagando impuestos a cambio de unos servicios que no están a la altura. Nosotros queremos hacer todo lo contrario”.

Esta micronación ya cuenta de bandera, escudo, himno e, incluso, constitución. No falta tampoco su presencia digital, con un sitio web oficial, páginas propias en varias redes sociales y una entrada en Wikipedia con sus características y peculiaridades principales.

La Constitución de Liberland da especial importancia a la libertad “individual y económica, concedida a los ciudadanos y que limita el poder de los políticos”. Se aspira así a convertir este estado como un país lo más liberal posible y a “crear una sociedad en la que las personas honestas pueden prosperar, sin tener el estado haciendo su vida difícil con restricciones e impuestos innecesarios”.

La política de inmigración tiene previsión de ser muy flexible. De hecho, todo el que quiera formar parte de su población deberá cumplir con una serie de requisitos básicos:

–          Respetar a todo el mundo y todas las opiniones sin tener en cuenta la raza, etnia, religión o cualquier otra característica de la persona que la profese.

–          Respetar la propiedad privada como algo intocable.

–          No tener pasado comunista, nazi ni de cualquier otra orientación extremista.

–          No haber cometido delitos en el pasado.

La opción de ser ciudadano de Liberland es, sin duda, muy atractiva, sobre todo para aquellos que manejan grandes cantidades de dinero y quieren dejar de sufrir tanta presión fiscal. Las cifras lo demuestran, sin estar aun formalmente constituido como país, Liberland ya ha recibido más de 260.000 solicitudes de ciudadanos que están interesados en instalarse en él y 146.000 seguidores en Facebook.

Por supuesto, las donaciones también son bien recibidas. Esta micronación ofrece la posibilidad de enviar donaciones a una cuenta bancaria disponible en su página web, a través de PayPal, transferencia o bitcoin; donaciones que no serán reembolsables en ningún caso.

Por ahora se trata sólo de un proyecto pendiente de numerosos trámites burocráticos y diplomáticos pero, sin duda, ha generado un gran interés. La posibilidad de pagar los impuestos de forma voluntaria es motivo suficiente para querer establecerse en Liberland como ciudadano.

Pero aún queda un largo camino por recorrer; serán necesarias inversiones, infraestructuras, establecimiento de negocios y empresas, relaciones y apoyo de otros países (que, muy probablemente se mostrarán reticentes), etc. Así que no nos hagamos muchas ilusiones, lo que en un inicio se puede ver como un ambicioso y exitoso proyecto puede culminar en un fracaso absoluto.

 

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